REAL MADRID
nBale acusa al Madrid de torpedear su salida el pasado verano mientras el club blanco sigue moviéndose para forzar su marcha n La guerra fría entre Real Madrid y Gareth Bale saltó ayer por los aires convirtiendo la ya deteriorada relación entre club y jugador en un enfrentamiento abierto de imprevisible desenlace. El Expreso de Cardiff, apartado del equipo por Zinedine Zidane, rompió por fin su silencio y se despachó a gusto contra su club en una entrevista a Sky Sports que a buen seguro sentó como un tiro en la zona noble del Bernabéu, donde se sigue trabajando para que no continúe la próxima temporada.
El futbolista galés responsabilizó al Madrid de la situación que sufre y acusó directamente al club de torpedear su salida la temporada pasada rumbo a la Superliga China. “Traté de irme el año pasado, era un proyecto que me entusiasmaba pero el club lo bloqueó todo en el último segundo”, rememora Bale, “hubo otras propuestas e intentamos irnos pero el club no lo permitió. Honestamente, el Madrid está poniendo las cosas muy difíciles”, insistió.
“Tengo contrato y lo que puedo hacer es seguir con lo que estoy haciendo y ver qué sucede. Yo quiero jugar al fútbol, estoy motivado para hacerlo, pero es el club el que lo controla todo”, indicó al tiempo que mostró una indiferencia absoluta por las críticas que recibe desde la capital. “Lo que se diga en Madrid no me afecta, sinceramente, tengo experiencia en lidiar con eso”, dijo con una sonrisa.
“Todo está en manos del club, no en las mías”, apuntó sobre un hipotético regreso a la Premier. “Si se da la opción es algo que estudiaré seguro. Estamos en periodo de fichajes y el tiempo lo dirá. Es una decisión que está en manos del Real Madrid”, recalcó el jugador, concentrado con Gales. “Cuando vengo aquí me siento muy feliz, muy cómodo, bien recibido, todo el mundo sabe la ilusión que me hace”, aseveró.
En el Madrid, hartos
El otro contendiente de la guerra, el Real Madrid, hace tiempo que perdió la paciencia con Bale, al que acusan de jugar con el club utilizando su desorbitado salario (17 millones de euros, el más alto de la plantilla) para mantenerse.
Zidane ya dijo basta cuando el jugador se negó a viajar a Manchester para disputar el partido de vuelta de octavos de final ante el City. Aquel episodio fue la gota que colmó la paciencia del técnico francés, que no quiere tener más a Bale en el vestuario. Así se lo ha hecho saber a los responsables del club blanco que llevan tiempo buscando destino al galés, pero por ahora, no llegan ofertas por el británico.
La salida de Bale es prioritaria para Zidane y también para el Real Madrid que está en economía de guerra y sabe que por el galés puede ingresar algunos millones que