Tanganas 5G
Llevamos dos días dando repercusión al enfrentamiento entre Neymar y Álvaro
Las tanganas entre jugadores ya no son lo que eran. Primero, en el vigor y la autenticidad del enfrentamiento. Hemos pasado de mamporros y puñetazos a rabiosos golpecitos a escondidas que tienen efectos teatralmente dramáticos en el que los recibe. Segundo, por que ya no se busca el desahogo sino cargarle la sanción arbitral al otro. Y tercero, porque la batalla ya se libra más fuera del campo que sobre el terreno de juego. Y todo, como consecuencia del incremento de cámaras en los estadios. La tangana entre Neymar y Álvaro en el partido entre el PSG y el Olympique de Marsella es un claro ejemplo de ello. Llevamos ya dos días (y se intuyen algunos más) ampliando la pelea del domingo. Deportes Cuatro es el paradigma perfecto para explicarlo. El lunes, se relata el conflicto entre los dos jugadores con múltiples tomas televisivas con aparente voluntad de aclarar lo sucedido, como si se investigara a tiempo real delante del espectador. Se amplían las imágenes, se repiten en bucle, se les añade música de acción, les ponen subtítulos y se marcan con un círculo los instantes relevantes. Se especula sobre los partidos de sanción y se busca la repercusión mediática en el extranjero, a favor y en contra de alguno de ellos para incrementar la crispación. La batalla se vuelve global. Se recuperan los comentarios en las redes sociales para echarle más leña al fuego, se busca quién ha tomado parte y lo que ha dicho, las amenazas y los insultos que la pelea ha generado. El martes, Ricardo Reyes anunciaba que tenían una última hora y que habían contactado con el entorno de Álvaro: “Hemos podido hablar con su tío Manuel!”. No es que aportara mucho, pero confirmaba insultos, amenazas y defendía la inocencia de su sobrino. Después también entrevistaban al hermano del futbolista. Recordaban los tuits que habían intercambiado Neymar y Álvaro para insistir en sus acusaciones y fotos de Instagram de Álvaro con sus compañeros de equipo como supuesta garantía de que no es racista. Antes las tanganas se quedaban en el campo. Ahora, son 5G. La estela virtual y mediática solo consigue la banalización de la violencia y el racismo, la infantilización del fútbol, la degradación del periodismo en favor del espectáculo y nula pedagogía de los valores deportivos
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