3. Ter Stegen, De Jong y Koeman
ampo regado, terreno de juego grande para tocar y pensar sinestrecheces. Koeman con Umtiti en el once inicial; Almirón recuperando a Marcone para defender en campo propio (formación 1-4-5-1) a la espera de poder contragolpear. No pudo porque Busquets, Araujo y Umtiti siempre tuvieron la ventaja de rectificar hacia delante.
El partido empezó con 15’ sin nada en las áreas. Balón y mando para los azulgrana frente a la defensa acu
Cmulativa local. Jugando en la “pizarra” del técnico argentino, los duelos individuales -Dembélé/Mujica y Alba/Josean- pasaron a ser la única esperanza de verticalidad blaugrana.
En la banda de Jordi, Braithwaite también abría el campo para beneficio interno de Pedri (De Jong en el pasillo derecho) pero sin lograr dispensar ocasiones claras de gol. Alba, BusquetsyelpropioPedrilointentaron pero sin veneno rematador. El Barça no podía entrar en el área de Edgar Badía. einicio con cambio de estrategia local: presión alta para tratar de fastidiar a umtiti/Lenglet/Alba/Mingueza y Busquets. Ahora que aún tenían físico para juntarse con el solitario Lucas Boyé, la misión colectiva era empatar pronto. Apagó rápido el fuego el Barça sin daños en su propia área y los de Almirón tuvieron que retroceder.
Pero el fútbol a veces es imprevisible: en el único falló de Mingueza (control de pelota hacia Rigoni) y al uno contra uno ganado por Ter Stegen. Salvó al equipo y, concretamente, al canterano.
Y enseguida contestó Dembélé con un zurdazo de rosca bien despejado por Badía cuando el Barça volvió al control.
Cambios, protagonismo de Trincao (sigue negado ante el gol) y al plan final de ambos entrenadores: Nino para buscar el empate junto a Boyé; Koeman con Riqui Puig para reforzar la posesión de balón.
Acertó Ronald y Frenkie De Jong fue más allá deslumbrando a todos con un cambio de ritmo elegante para acabar poniendo en la frente de Riqui la sentencia. En los metros finales hay que arriesgar la pelota.
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