Amigos y goleadores
Pocas veces en la historia del FC Barcelona se han vivido historias de amistad tan intensas como la que forjaron Leo Messi, Luis Suárez y Neymar Jr. Y muy pocas veces, por no decir casi nunca, una historia de amistad se desplegó en el terreno de juego con tanta intensidad, goles y triunfo como la vivida por el argentino, el uruguayo y el brasileño. No ha habido en la historia del Barça un tridente como aquel, ni una delantera tan talentosa, complementaria y eficaz. La MSN llevó al Barça a la gloria y a las puertas de su segundo sextuplete, que no se pudo alcanzar por una alineación inadecuada de Luis
Enrique en San Mamés.
Procedentes de tres escuelas sudamericanas completamente diferentes, Messi, Suárez y Neymar -Argentina, Uruguay y Brasil- jugaron un total de 8.896 minutos juntos, en un total de 110 partidos. Según datos de @MrChip, la MSN ganó 84 partidos en sus tres temporadas, en las que conquistaron un total de 10 títulos: Una Champions, una Supercopas de Europa, un Mundial de Clubs, dos Ligas, tres Copas del Rey y dos Supercopas de España.
Entre los tres consiguieron ¡228! goles cuando coincidieron en el terreno de juego, lo que representó un gol cada 39 minutos.
Y efectivamente fue la amistad la que propició aquel entente. Nunca antes las grandes estrellas habían colaborado tanto, tan desinteresadamente y de forma tan efectiva como lo hicieron los componentes de la MSN. No hubo celos, ni rivalidad; sólo apoyo y complementariedad.
La amistad de aquellos jugadores unido a su habilidad goleadora no se prolongó lo que los barcelonistas hubieran deseado. Desgraciadamente, para el fútbol y para el Barça, Neymar, de forma abrupta, decidió dejar el club en 2016, dejando a sus amigos atrás y destrozando una planificación deportiva que se dejaría notar. La marcha de Neymar fue el preludio de todo lo que vino después. Nunca más volvimos a disfrutar de aquella forma y de aquellos logros, en los que también tuvieron una gran participación futbolística jugadores extraordinarios como Xavi e Iniesta.
Con Neymar en París, Messi Suárez
ymantuvieron su amistad, la de sus familias y añoraron cada minuto la ausencia del brasileño. Las visitas de Ney a Barcelona continuaron y se especuló muchísimo por su regreso, que jamás pudo producirse. Fue en el último año de Suárez en el Barça donde el jugador uruguayo, sin las asistencias del brasileño y afectado por las lesiones, evidenció una serie de carencias que exasperaron al público. Fallos increíbles en un jugador de su categoría, goles cantados que no subían al marcador y una actitud frente a su entrenador, Ernesto Valverde, y sus compañeros que no era la adecuada. Suárez generó un bloqueo entorno a Messi que resultaba agobiante para el primer equipo y contribuyó a la idea de que quien estaba con Messi tenía el futuro asegurado. No fue así. Suárez fue traspasado a principios de esta temporada al Atlético, con el enfado evidente de Messi.
Muchos analistas consideraron el traspaso como un error, al dar el pase al uruguayo a un rival directo. No se equivocaron. A día de hoy, con un partido menos, el Atlético de Simeone va líder destacado y Suárez, como un ave fénix, ha renacido de sus cenizas y ocupa ya el puesto de máximo goleador de la Liga (15 partidos, 12 goles, porcentaje, 0,8).
Yo me alegro por Suárez. Crítico como fui con su actitud y su rendimiento en su último año en el Barcelona, me alegro ahora de que haya recuperado su olfato e ilusión. Con un entrenador que no se siente coartado ni mucho menos, por su fuerte personalidad, Suárez vuelve a por sus fueros, y esa es una noticia que debe ser bien acogida por los barcelonistas.
Otra cosa es como se la tome Messi. Si el Atlético gana la Liga y Suárez se convierte en el Pichichi, a Messi no lo gustará. Pero aún falta mucha Liga y veremos la respuesta del argentino a la racha goleadora de su amigo Suárez. Con camisetas opuestas y adversarias, algo sigue uniendo a ambos, en beneficio del fútbol: los goles
HLa MSN logró 282 goles durante los minutos compartidos, una marca histórica y excepcional