La desidia de Estudio Estadio
La dejadez informativa o documental delatan una vez más el bajo nivel del espacio
El miércoles por la noche en Estudio Estadio, Juan Carlos Rivero presentaba a un colaborador del programa para disertar sobre la personalidad que tienen los campeones. La manera de darle paso ya indicaba cierta desidia profesional: “Andrés París es coach deportivo. Es el hombre que nos dice más o menos cómo van las cosas”. “El hombre que nos dice más o menos cómo van las cosas” es lo mismo que no decir casi nada y demuestra la apatía por el uso del lenguaje, que es algo en lo que el periodismo no debería tener nunca pereza. Rivero comentó que el colaborador hablaría de los rasgos diferenciales de algunos campeones y puso de ejemplo a la campeona de bádminton Carolina Marín. Y Andrés París empezaba su perorata: “Esta semana Carolina Marín ha vuelto a ganar no sé qué campeonatos eran, pero ha vuelto a ganar”. Y Rivero le daba la razón: “Sí, la Toyota no sé cuantos”. Y el coach de futbolistas remataba por aproximación: “Sí, ahí en Tailandia”. A esto se le llama dejadez. Carolina Marín había ganado el Abierto de Tailandia y esa misma tarde inició con una victoria las World Tour Finals, un campeonato que, por cierto, se emite en Teledeporte estos días, la misma cadena que Estudio Estadio pero que al presentador parece traerle sin cuidado. Esta abulia informativa pone de relieve, por un lado, el desinterés que genera lo que no es fútbol. Y además, la falta de motivación: puedes no saberlo pero puedes preocuparte de buscarlo si vas a mencionarlo. Teniendo en cuenta que se trata de un programa que en su momento fue un hito de la información polideportiva también evidencia lo que hemos perdido por el camino: el rigor, la motivación, la exigencia… No es que sea una falta de respeto a Carolina Marín, también es una desconsideración al espectador. El coach decía que la personalidad de los campeones se caracterizaba por no cansarse de ganar, de aprender y ser personas determinantes y optimistas. Unas virtudes de las que carece el programa. Estudio Estadio está cansado. El programa funciona por inercia, por rutina y a base de recursos fáciles más que convenciendo al espectador a través de la calidad, el servicio público y el trabajo bien hecho
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