Otro disparo al pianista
n el lejano oeste había un cartel que pedía respeto para el pianista, ese artista desarmado que amenizaba las veladas de salón a los vaqueros y gentes de diversa calaña. El Barça de hoy día es como un tugurio del ‘far west', con poco dinero en la caja, mucho humo y nadie al volante que intente cubrir los disparos. La publicación del contrato de Messi en El Mundo es una gran exclusiva. ‘Chapeau' por el acceso a la información y por poder publicar, con todo lujo de detalle, un contrato de récord cuyas cifras dejan con la boca abierta. Más por los detalles en forma de llamativas primas, bonus y otros pormenores que por los números en limpio: la morterada que se levanta por temporada Messi, y que es el deportista mejor pagado de la historia, ya era algo sabido. Lo realmente llamativo es lo tendencioso que rodea a la exclusiva, considerando el contrato de Messi como el origen de todos los males del presente culé. Incompleto y erróneo. Además de desprestigiar al jugador apuntando que tiene “confiscado” al club o que la renovación se firmó “de rodillas”. Y eso que había -y siguen existiendo- varios clubs interesados en mejorarle las condiciones para ficharlo y poder beneficiarse a nivel deportivo y económico de la gallina de los huevos de oro del fútbol. Ajeno al ruido, a Messi se le vio especialmente motivado ayer en el Camp Nou. O le apetecía mucho volver a jugar en casa o le enchufó especialmente el volver a ser la diana de los dardos. Con su futuro pendiendo de un hilo, y sin nadie al volante en el Estadi, veremos si el nuevo empujoncito al revelarse su contrato privado termina con Messi llevándose la música a otra parte
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