LA POTENCIA
Brown, un chico malo, veía a Brady como una figura casi paterna. Le respetaba muchísimo y cuando recibió su llamada no dudó en aceptar porque le hubiera seguido hasta el mismísimo infierno. Para evitar tentaciones, el quarterback le instaló en su propia casa y le hizo de hermano ma
Aunque en este caso la mano de Brady no es tan obvia como en los dos anteriores, el fichaje de Fournette para reforzar el backfield de Tampa también tiene el don de la oportunidad.
Aterrizó en la NFL como gran estrella universitaria y Jacksonville le eligió con el cuarto pick en el draft de 2017; sin embargo, tras un arranque espectacular se fue diluyendo junto con el juego de unos Jaguars que nunca dieron el salto de calidad esperado. Finalmente la pasada temporada le abrieron la puerta y estaba sin equipo hasta que los Bucs apostaron por él con otro contrato a buen precio (3,5 ‘kilos’ por un año). Nadie duda que fue Brady quien dio el OK a su incorporación para tener más fondo de armario de calidad en la posición de runningback. Poco a poco se ha ido asentando en el equipo y ganando protagonismo, todo potencia explosiva con sus 103 kgs. de músculo en 1.83 m. de estatura.
Y no acaba aquí la influencia del GOAT a la hora de construir un equipo que está a un paso del anillo. Tampa reclutó en primera ronda de draft a un línea de ataque, algo muy infrecuente. Tom había solicitado más protección de su línea y los Bucs gastaron su primer pick en Tristan Wirfs, un offensive tackle de 145 kgs. que ha jugado todos los partidos de la temporada cubriendo las espaldas de su influyente quarterback
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