Cuando la pasión puede con todo
N Didac Costa hace historia después de acabar su segunda Vendée Globe
n La historia de Didac Costa como regatista es fruto de una superación constante y de tenacidad. Ha sido capaz de dar tres vueltas al mundo en seis años, una Barcelona World Race y dos Vendée Globe, y terminarlas todas; convirtiéndose en el regatista oceánico en solitario español más grande. En 2015 se estrenó como vueltamundista junto a Aleix Gelabert en la Barcelona WorldRaceconelmismo barcocon el que después culminaría las dos Vendée Globe, el One Planet, One Ocean. En aquella ocasión lo hizo bajo el paraguas de la Fundació per a la Navegació Oceànica de Barcelona
(FNOB) y acabarían cuartos.
Aquella experiencia encandiló a Didac y decidió que quería hacer la Vendée Globe, regata en solitario; pero necesitaba recursos y tiempo. Se lió la manta a la cabeza y rescató para liderar su equipo al que fuera su director de proyecto en la Barcelona World Race, Jordi Griso, y a su compañero de travesía, Aleix Gelabert. Buscaron un patrocinador, que no llegó. Sólo ayudas puntuales. Llegó a empeñar todo lo que tenía (hasta su casa entró como aval para los préstamos) para sacar el proyecto adelante, incluido su trabajo como bombero, ya que a diferencia de la mayoría de skippers que viven de la vela, Didac combina su pasión con su profesión.
Pero aquella aventura apunto estuvo de no empezar, después de que a pocos días de partir de Barcelona hacia Les Sables d’Olonne, un rayo impactara en el mástil y destrozara parte de la electrónica. A base de mucho esfuerzo, llegó para la salida de la Vendée Globe 2016-2017 y a las pocas horas de iniciar la regata descubrió que tenía agua dentro del barco, con la fortuna de que pudo volver a Les Sables a reparar. Partiría de nuevo y daría la vuelta al mundo en 114 días. Se convertía en el segundo español, tras José Luis de Ugarte en conseguirlo.
En 2019 decide que quiere volver. Se une a Pep Costa, la otra pata de este proyecto, y adquieren en propiedad el One Planet, One Ocean. Didac ha dedicado cuerpo y alma a este proyecto, hasta el punto que en los últimos años de su vida los ha pasado o bien vestido de bombero, o bien vestido de regatista. “Solo tuve dos o tres tardes libres en dos años, el resto del tiempo estaba prestando mi servicio como bombero o trabajando en el barco”, reconocía Didac. Durante los meses de confinamiento estuvo encerrado en el hangar poniendo apunto el velero que sería por tercera vez su casa durante tres meses. Y es que a falta de quince días para la salida de la Vendée Globe, Didac Costa tuvo que volver desde Les Sables d’Olonne a Cerdanyola del Vallès, para completar su última guardia como bombero antes de cogerse una temporada de vacaciones para circumnavegar el planeta.
El sábado volvía a pisar tierra, se quitaba el Musto (traje de agua) y en pocos días volverá a ponerse de nuevo otro traje y otro casco, en este caso para seguir apagando incendios
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