De la bronca de Piqué al silencio de todos
El central reapareció, lideró con sus órdenes desde atrás pero el 1-1 del PSG ya resucitó los fantasmas europeos
n Gerard Piqué quería llegar, lo logró, se lo dejó todo en su regreso casi tres meses después pero acabó impotente ante la exhibición del PSG y Kylian Mbappé. Una más. Por quinto año seguido en la Champions. Y en el Camp Nou. Más dolor aún con el silencio de la grada vacía que se apoderó una vez más del estado de ánimo de un equipo hundido, con mucha gente joven que alimenta la esperanza pero aún con
“Ni una puta posesión larga”, espetó Gerard a Griezmann, que respondió al central
los Piqué, Busquets, Alba y Messi, supervivientes de la cada vez mayor lista de debacles continentales que empezaron precisamente en París hace cuatro años con aquel 4-0 devuelto con un 6-1 que ya no tuvo continuidad. Turín, Roma, Liverpool, Lisboa ante el Bayern, la Juve en diciembre y anoche, otra vez el PSG. Sin Neymar ni Di María. Como en Anfield en 2019 sin Salah ni Firmino. Es por ello que da pánico pensar qué puede pasar con las ganas de revancha personal de Ney contra el Barça si puede jugar el 10 de marzo en la vuelta.
Porque anoche pudo ser un 1-6. O más. De no haber sido por Ter Stegen, que mandaba desde atrás antes de sucumbir sin remisión. El meta fue de los que gritó para pedir concentración aunque no como Piqué, desatado y en plan capitán. “Eso es” (por un robo de balón de Dest), “fuera, fuera” (a todos para pedir avanzar metros y pisar campo contrario), “espérate Ousmane a que la toque; no le entres” (ante Kurzawa), “vuelve Sergiño”. Motivadísimo en su regreso, lideró como pudo pero tras el 1-1 de Mbappé y un paradón de Ter Stegen a Kean afloraron más nervios y la cosa acabó en una discusión con Griezmann antes de un córner. “'Ni una puta posesión larga, me cago en la puta, vamos!”, le espetó el central al francés, que se rebotó: “Tranquilo, no me grites, yo también estoy sufriendo, la concha de su madre”. Y Piqué replicó: “No, la concha de su madre tú, que estamos sufriendo y estamos corriendo como locos...”. Ter Stegen intercedió para acabar con la discusión, captada por los micros en el contexto Covid.
En el descanso siguieron hablando antes de caer a plomo. Piqué fue a menos, como sus arengas. No pudo parar a Mbappé ni estirando su camiseta en una contra que acabó con parada a Kean. Pero cayeron tres golpes más, el cuarto ya sin Piqué. Y los centenares de culés que jalearon al equipo en la calle al llegar antes del partido asistieron desde casa a otro hundimiento con el rostro ya conocido de Messi, mudo en el césped y fuera
La discusión precedió a otro hundimiento europeo con Messi mudo dentro y fuera
Dos derrotas seguidas Por primera vez en la historia, el Barça suma dos partidos perdidos en casa en la Champions tras el 0-3 de la Juve en diciembre
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