Vuelta a la realidad

olpe sobre la mesa del PSG en el Camp Nou en los octavos de Champions. Koeman apostó por la experiencia con la entrada en el once de Piqué y formó una pareja conocida de centrales con Lenglet ante una delantera parisina que es muy difícil de marcar. Sin Neymar ni Di María, el PSG tenía menos potencial ofensivo pero apareció Mbappé para firmar su primera gran noche europea. Antes de la exhibición del francés, el Barça marcó de penalti y parecía que Messi, fiel a su gol en octavos, se enchufaba pero la alegría duró poco. Mbappé demostró que en el área no necesita demasiado para marcar e hizo el empate antes del descanso. Un gol espléndido que confirma que Mbappé tiene unas condiciones especiales. El tanto visitante dejó muy tocado al Barça y ya no se levantó. Tras el descanso, la entrada de Ander Herrera dio vida a los franceses y dominaron con comodidad. Especialmente fueron muy superiores en las pugnas y balones divididos y esto en un partido de Champions se paga. El Barça parecía un equipo inofensivo y Mbappé sobresalió con su efectividad para encarrilar la eliminatoria. Los cambios de Koeman tampoco aportaron nada y fue difícil mantener la homogeneidad del equipo. Solo Braithwaite y Trincao lo probaron sin suerte. Tras este 1-4 parece muy complicado que el Barça pueda seguir su camino en la Champions League y habrá que esperar a un milagro en París para remontar. La derrota, dura y dolorosa, es una vuelta a la realidad tras haber recuperado la ilusión en este 2021. Toca remontada

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