El segundo fin de un estilo
or si alguien creyera que no había muerto el estilo de fútbol del Barça en Lisboa, cuando el Bayern lo hizo trizas con un 2-8 histórico, anoche el PSG lo remató de forma definitiva con un 1-4, que es la mitad de un 2-8, pero que es también mucho más expresivo: hay otra manera de jugar al fútbol.
En esta nueva era el estilo de los grandes equipos es y será de unos jugadores de afinada técnica en la fase resolutiva de las jugadas, complementados con otros de gran poderío físico en fase defensiva. Es lo que llevan los grandes equipos como el Bayern, Liverpool (aunque esté ahora en horas bajas), el mismo City de Guardiola (aunque en menor medida) y ese PSG que ayer maravilló con un estilo potente en su confección y exquisito en su realización. Cuando era necesario el balón se movía con rapidez inalcanzable para los azulgrana y cuando así no lo consideraban, se permitían combinar al primer toque y montar contragolpes letales.
Al Barcelona le superó el PSG en todas las facetas del juego, pero sobre todo por fuerza física y por depurada técnica. El ‘tiki-taka' hace ya tiempo que murió, porque no hay manera de clonar a los que lo interpretaron, y el sucedáneo que se nos ofrece ahora no llega ni para pasar de octavos en la Champions, pero tampoco para ganar la Supercopa, mientras la Copa y la Liga también están en entredicho. Aunque sea duro, el Barça necesita rudos fajadores, que a la vez sean finos estilistas, y finos estilistas que luchen como rudos fajadores. O sea, cambiar de filosofía de pies a cabeza. Mientras, aún queda la vuelta
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