El estilo no es el problema

tro trompazo europeo ha provocado que todo vuelva a cuestionarse. Pero el estilo que ha convertido al Barça en referencia mundial no puede ser nunca el problema ya que fue la clave del éxito. Eso implica apostar por entrenadores que se lo crean, formar jugadores que sepan interpretarlo y traer fichajes que lo ejecuten. Pero una forma de jugar solo es un plan. Es imprescindible que los futbolistas lo apliquen con sacrificio, implicación, solidaridad e intensidad. Ya no se gana andando o por calidad o solo teniendo el balón. Hay que correr para atacar y para defender. Imposible hacer la presión postpérdida si hay uno que ya no quiere hacerla. No se puede mantener un equipo junto si hay un central que no mantiene la línea adelantada sino que recula porque ya hace tiempo que perdió la velocidad hasta para agarrar. Es utópico mantener el marco a cero si los laterales solo atacan, se olvidan de defender y son tan blandos que no ganan ni un solo balón dividido. Es inviable ser un equipo sólido si los extremos no ayudan a sus laterales. El pivote defensivo debe ser intenso con y sin balón para darle velocidad al juego. Y los interiores, repartir juego pero también reactivarse para recuperar balones, ir al choque, ganar los duelos y poner la pierna. Hay que ser más valiente para rematar los córners y faltas y no ser un coladero cuando son en contra. El Barça ganó 34 títulos en los últimos 15 años gracias a su estilo de juego que debería ser indiscutible tras cada derrota. Solo hay que sustituir a los que ya no quieren o ya no pueden aplicarlo

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