Mundo Deportivo (Barcelona)

Messi lideró a un equipo que lo fue

- Gabriel Sans @gbsans Fernando Polo

Leo Messi escribió el guión del partido, no sólo por trazar el certero pase del 0-1 a Dembélé, sino también por rematarlo personalme­nte con la jugada rabiosa del 0-2. Arrastró la fe del equipo ante su víctima preferida, el Sevilla. Salvo un remate que se le fue, el argentino lo hizo casi todo bien, incluso su plantón final ante el agarrón de Joan Jordán para arrancarle, al fin, la tarjeta que el sevillista había merecido desde el minuto 1. Pichichi y líder. grandes. El francés, que robó el balón del 0-1, respondió con una actuación que debe restañar su autoestima.

DEST

El sistema favorecía teóricamen­te su aventura ofensiva. Y lo llevó a la práctica sin complejos. Se le vio llegar con mucha frecuencia. Incluso el poste le negó un gol. BUSQUETS

Y protector. Vivió mucho más plácidamen­te en un centro del campo poblado que diluyó el poder físico sevillista. Fue un eslabón en la cadena del 0-1 y tuvo mucha sangre fría en una de sus mejores actuacione­s.

DE JONG

Integrado en un dibujo que le animó a mirar hacia adelante sin preocupars­e tanto del retrovisor. Gran despliegue, merodeando el gol al irrumpir desde atrás, sobre todo en la versión de asistente.

Vocacional Protegido Ambicioso

Koeman Intervenci­onista Fue una tarde redonda para el Barça, también desde el plano técnico. Koeman atinó con su plan inicial, con esa zaga de tres con Dembélé en punta, y volvió a acertar al afrontar los contratiem­pos con apuestas valientes como la de Ilaix.

Flotante

PEDRI

Quinto medio o tercer delantero, esa era la idea, y la llevó a cabo para confundir el plan del Sevilla en su salida de su fisonomía de lateral desequilib­rante, que Dembélé con espacios es demoledor, que Messi se asocia con todos, que Ilaix se apunta a la moda de los jovencísim­os que causan furor y que Busquets todavía no ha dicho su última palabra. Fue un Barça reivindica­tivo con aspecto de sonados triunfos y remontadas. Todo ello no impide, sin embargo, preguntars­e qué ha cambiado de aquel equipo inapetente ante el PSG o el de la primera parte frente al Elche. Alguna explicació­n debe haber

Hbalón. Estaba completand­o un partido científico cuando se rompió, en la peor noticia de la tarde con la de Araujo.

JORDI ALBA

Interpretó a la perfección todo lo que necesitaba el partido en cada momento, quedándose, irrumpiend­o, trazando diagonales hacia adelante para desahogar o haciendo coberturas hacia atrás. Apenas le faltó una pulgada para el gol. DEMBÉLÉ

Más centrado que nunca (en todas sus acepciones), su posición tuvo además el efecto disuasorio de aguar la alegría atacante que en la Copa tuvo Koundé. Aportó mucho con el balón, encontrand­o el gol al tener campo por delante y la portería enfrente. Le regaló uno a Leo, que se fue por poco.

Inteligent­e Estilete LOS CAMBIOS Desgraciad­o

ARAUJO

Koeman quiso rodarlo, pero sólo le duró 14 minutos sobre el césped. Volvió a lesionarse. ILAIX

Veinte minutos de esta responsabi­lidad suponen un enorme salto de calidad en su progresión. Contestó con clase y aplomo al reto y, para colmo, colaboró como asistente en el 0-2. Ya lleva dos pases de gol en Primera.

BRAITHWAIT­E

Relevó a Dembélé con parecida misión que el sustituido: molestar la salida sevillista y amenazar con su rapidez. Su concurso por delante de Griezmann fue una recompensa a su dedicación. UMTITI

La recaída de Araujo obligó a Koeman a reclutar al central francés para un tramo final que se presentaba peliagudo debido a la justeza del marcador. El defensa supo estar a la altura de la exigencia

Maduro Premiado Urgente

HLOPETEGUI Impotente

Rotaciones quirúrgica­s. Fallido golpe de timón al descanso con tres cambios inocuos.

BONO

Inspirado en la Copa, vio la otra cara de la moneda: espeso hasta con los pies.

JESÚS NAVAS

Sin balón ni llegada perdió su esencia.

KOUNDÉ

Virtuoso incluso en ataque en la Copa, esta vez fracasó ante la ‘amenaza Dembélé', al que habilitó en el 0-1.

DIEGO CARLOS

Tarjeteado, Lopetegui lo relevó. ESCUDERO

Dest le mantuvo preocupado. FERNANDO

Un mediocentr­o que perdió su oficio. Messi le rompió la cintura en el 0-2.

JOAN JORDÁN

Messi, parándose, no quiso retrasar más la tarjeta que el sevillista se había ganado mucho antes.

RAKITIC

No lo tuvo tan fácil como en ese gol copero en que volvió a sentirse un chaval.

PAPU GÓMEZ

Sin pelota no tuvo papel. Sustituido rápidament­e. MUNIR

Un semititula­r de Lopetegui secado por Mingueza.

DE JONG

Se le daba bien el Barça por su amenaza aérea, pero no le pusieron ni una en la azotea. EN NESYRI

El sevillista que preocupó. Metió un gol bien anulado. SUSO

Algo sí mejoró al Sevilla.

REKIC

Entró por Diego Carlos al estar éste amonestado y al minuto le empató a tarjetas.

ÓSCAR

Sin opción ni al balón parado. OLIVER TORRES Quiso pero no pudo

Incómodo Antinatura­l Extraño Duro Castigado Descosido Indultado Menor Extraviado Controlado Desasistid­o Inquietant­e Bullicioso Inoportuno Perdido Tardío

Hen el campo del rival y muerde su salida de balón, la iniciativa es suya. Y si roba cerca del área, la calidad de sus cracks puede decidir. Koeman pidió ayer presión y solidarida­d a sus hombres y centró a Dembélé, tal como se explicó en MD. Y el movimiento salió de lujo con un Messi que no escatimó un esfuerzo en la presión y una defensa de tres centrales que dio alas a los laterales y seguridad a la media. Hoy, el Sevilla, ya no tiene tan claro que pueda aguantar el 2-0 de la ida copera

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FOTO: AP Leo Messi, en la jugada del 0-2, en la que se fue de la zaga del Sevilla con Ilaix de colaborado­r, antes de batir a Bono
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