Alivios de marzo
l aficionado del Barça puede respirar un poco aliviado este lunes. Estrena mes de marzo sabiendo que esta será la última semana de sufrimiento por la campaña electoral más larga y fastidiosa de la historia del club. Con lo extensa que ha sido la “travesía del desierto” electoral, no tiene ningún sentido que los únicos debates se produzcan cuando ya se ha cerrado el voto por correo y la mayoría de socios ya han tenido que decidir.
El aficionado del Barça también puede respirar algo aliviado por la imagen que ofreció el equipo en el Pizjuán, en la mejor victoria del curso. Koeman y el equipo dieron en la tecla para provocar un soplo de optimismo rodeado de dudas: ¿logrará mantener la imagen de equipo comprometido que puede presionar, estar concentrado y no conceder tanto a lo largo de todo un partido? La irregularidad, imprevisibilidad y las ausencias importantes hacen que la remontada copera sea aún una utopía pero, el Barça sabe que jugando como el sábado, tendrá muchas opciones. Con partidos como el de Sevilla se cimientan los equipos en construcción.
Tras casi medio año de desgobierno, el próximo lunes ya habrá un presidente que, por fin, podrá arremangarse y ponerse a trabajar a destajo para solucionar los no pocos problemas que rodean la entidad. Principalmente, cómo solventar el agujero económico y empezar a dibujar, con mucha inventiva, un nuevo equipo competitivo. Hay una evidencia y es que si este equipo sigue siendo competitivo es por Messi y esa debería ser la gran obsesión del nuevo presidente: como convencer a Messi que su mejor opción es seguir en el club de su vida, garantizarle un equipo competitivo con el que pelear por títulos y hacerle ver que el Barça es la mejor opción para llegar a Qatar 2022 en plenitud H