Hay que regular bien lo del aval
La cosa se ha relajado un poco. La gente ha ido a sitios que llevaba tiempo sin visitar, pero no os descuidéis. Abrazaros con quien sea pero rápido y a otra cosa, nada de multitudes. De la vacuna os hablaré otro día porque esto parece que va para largo. Tenemos que poner en marcha el apartado paciencia.
Quizás también tendremos que tener paciencia con el Barça. Esta semana se acabó el largo trayecto de las elecciones, que al final han dado la presidencia a Laporta. Hay que mirar hacia adelante, hay que ayudar al Barça y desear que acierten en sus decisiones, porque los ‘ismos’ solo hacen que perjudicar y lo que quiere el ‘bon culer’ es que nuestro club vaya para adelante. No puedo dejar, sin embargo, de señalar la rocambolesca ‘operación aval’, imprescindible para la proclamación, que vivimos la noche del martes al miércoles pasado, donde las imágenes que se veían por televisión me recordaron las del camarote de los hermanos Marx, creo que de la película ‘Una noche en la ópera’, entrando de forma imparable gente a un mismo lugar. Aparte de la anécdota en sí, una más en estas elecciones interminables, lo del aval tendría que analizarse y promover unos cambios imprescindibles para garantizar la seguridad del club y no provocar situaciones adversas al mismo tiempo, porque si alguien que no forma parte directamente de una directiva avala, es de pensar o sospechar que pueda tener unas ventajas económicas que no están señaladas ni explicadas en ningún sitio. La cantidad avalada actualmente es enorme. Lo quehayqueaclarardeuna vezes cómo desde Núñez hasta ahora han presidido diferentes personas el club, todos han presentado en su momento el aval legal, las cuentas en la Asamblea siempre han sido de beneficios, unos más que otros, y después de veinte años resulta que el Barça tiene una deuda de más de mil millones de euros sin que el patrimonio haya subido en absoluto. Me parece que ha llegado el momento de que, con tranquilidad pero sin pausa, se busque una manera en que el socio sepa la realidad de su club y, entre otras cosas, no se efectuen más trueques al estilo Neto-Cillessen o Arthur-Pjanic. La claridad por encima de todo y mucha suerte desde ya
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