Redoblar la concentración post-parón
Que no me gustan estos parones de la competición en plena temporada, y menos cuando se enfila la recta final de la Liga, siempre lo he tenido muy claro. Me basta con recordar el que hubo la temporada pasada, que fue sin duda el más justificado de todos ante el desconcierto inicial que provocó en la sociedad la aparición de la pandemia en Europa. En aquel momento parar la Liga durante unos meses le sentó especialmente mal al Barça. El Real Madrid, que además se vio después muy aupado por los arbitrajes, lo aprovechó ganando casi todos los partidos de la ‘segunda entrega' para acabar siendo campeón. Hoy, mientras las vacunas no sean generales, el dichoso Covid sigue circulando entre nosotros, pero parece que por costumbre y necesidad de seguir mirando hacia adelante la gente trata de continuar con su vida como puede. El fútbol no es ajeno a esta voluntad y se juega cada partido sea como sea, como se puede. La FIFA se ha quedado con estas dos semanas para ventilar sus compromisos de selecciones y, la verdad, ha coincidido con el momento en que el Barça había cogido la velocidad de crucero con una extraordinaria racha de 48 puntos sobre los últimos 54 disputados. Cuando has tomado velocidad, ni que sea en tu coche, a nadie le gusta pararse.
Ya dije la semana pasada que el Barça debe redoblar su concentración en el primer partido post-parón, sobre todo porque en general es fácil caer en la tentación de tomarse el partido en el Camp Nou ante un rival teóricamente asequible como el Valladolid casi como un trámite y eso es muy peligroso. Especialmente cuidadoso creo que será Koeman con ese mensaje, que es necesario para no echar por tierra toda esa trayectoria tan bien trabajada desde que empezó el año. Mantener la racha de resultados y, a poder ser, del juego que estaba trazando el Barça es clave para seguir creyendo que ganar esta Liga es muy posible. Naturalmente, es fundamental que los últimos partidos que quedan por jugarse de las selecciones pasen la menor factura física posible. No quieran pensar lo que se me pasó por la cabeza al ver a Pedri volar después de la entrada que recibió en la última jugada del Georgia-España el domingo.
Precisamente por la razón contraria a la del Barça creo que el parón al que más favorece es al Atlético de Madrid. Era un líder que iba a la baja, pero que se fue con la sensación de haber salvado un momento delicadísimo ante el Alavés al conservar tres puntos con el penalti parado por Oblak en el último instante. La próxima jornada es importante porque, entre otras cosas, al líder le toca ir a jugar al Sánchez Pizjuán ante un Sevilla que es un rival de los que te puedes dejar puntos, sobre todo cuando juega en casa. Pero desde mi perspectiva culé, hay que insistir, lo importante es que el Barça siga su paso firme, justo antes de ir a jugársela a Madrid. Quedan diez jornadas. Todos alerta
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