El 4-3-3 renace y puede volver en la final de Copa
N Koeman cambió en el descanso la línea de tres centrales ante Valladolid y Madrid y el equipo mejoró
nA la incógnita sobre la alineación de Gerard Piqué en la final de la Copa del Rey del sábado (21.30 horas/ Tele5 y DAZN) contra el Athletic, se le sumará la del dibujo táctico que elegirá Ronald Koeman para medirse a los de Marcelino García Toral: 4-2-3-1 o 4-3-3. El debate está servido.
El holandés empezó la temporada considerando inamovible el 4-2-3-1 como el mejor sistema para la plantilla que tenía a sus órdenes con un ‘overbooking’ de futbolistas atacantes pero las lesiones de Ansu Fati y Coutinho le llevaron a virar hacia el 4-3-3 a mediados de diciembre contra el Levante para explotar mejor las condiciones de De Jong como todocampista junto a
Pedri. El sistema se mantuvo durante más de dos meses salvo las excepciones del 3-5-2 que tan bien le resultó en Valladolid (0-3) y menos contra el Eibar en casa (1-1). La línea de tres centrales quedó aparcada hasta que, tras el 1-4 encajado ante el PSG, dio un golpe de timón en un duelo clave en el Pizjuán en LaLiga. El 0-2 le dio alas para repetirlo en la Copa para remontar y acceder a la final de La Cartuja con un 3-0 y alcanzó su máxima expresión futbolística en París. Pese al 1-1, el Barça de Koeman bordó el fútbol en el primer tiempo con un recital de fútbol, presión alta y generación de ocasiones. Antes del parón liguero, el 1-6 a la Real Sociedad en Anoeta disparó la euforia con las exhibiciones de Dest y Alba en los carriles.
Sin embargo, a la vuelta del ‘virus FIFA’hamenguadomuchoelrendimiento con los tres atrás y los laterales largos y Koeman cambió en el descanso volviendo al 4-3-3 tanto ante el Valladolid como en el Clásico. Sin la energía para apretar al rival con el balón circulando a gran velocidad, el plan Adel último mes y medio mutó al de una buena fase de la temporada. En ella se incluyen precisamente los tres duelos de este curso ante el Athletic con dos victorias en Liga (2-3 en Bilbao y 2-1 en el Camp Nou) y la derrota en la Supercopa en la prórroga (2-3). Siempre con 4-3-3, con Araujo detrás, De Jong de interior dos veces y de pivote (Busquets estaba sancionado) en casa y el tridente Dembélé-MessiGriezmann en punta.
El Barça brilló en Bilbao con un gran Pedri y Griezmann de socio de Messi, bajó su nivel en La Cartuja con un Leo mermado pero con Griezmann bigoleador y acabó ganando apretando en el Estadi con gol de Antoine y Sergi Roberto reapareciendo como interior derecho delante de Mingueza. Koeman, que estudia bien los precedentes, tiene ejemplos donde fijarse
El dibujo más clásico imperó ante el Athletic en los tres partidos de esta campaña
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