El Girona viaja a Valladolid para cerrar la permanencia
→ Los de Míchel llegan a Pucela con cuatro bajas sensibles y a un feudo en el que nunca han conocido la victoria
→ El Girona pone rumbo hacia Valladolid para visitar un estadio que siempre se le ha resistido. Los hombres de Míchel quieren cerrar la permanencia fuera de casa y consumar una racha que lleva varias semanas dejando buenas sensaciones y acumulando puntos. Para ello tendrán que batir a un equipo con algo más de garra desde que llegara el nuevo técnico blanquivioleta, Paulo Pezzolano.
Desde que el charrúa llegó al banquillo local no conocen la derrota. De no ser por el gol de Muriqi en el minuto 94 desde el punto de penalti, el equipo pucelano habría acumulado un seis de seis en el casillero. Su gente recibirá al Girona tras asaltar el feudo del submarino y lograr una victoria que da esperanzas en la lucha por la permanencia.
Para los rojiblancos, el José Zorilla parece un estadio maldecido. De las nueve veces que han puesto las botas sobre el césped vallisoletano, tan sólo han podido arañar dos empates. El técnico vallecano no tardó en responder a la pregunta de Mundo Deportivo e indicar que “la historia está para cambiarla” y que espera que “se consiga la primera victoria en este estadio” en el que, por cierto, ya sabe lo que es puntuar.
Siguiendo en el cuadro de Míchel, los catalanes llegan muy mermados entre lesiones y sanciones. Borja García y David López no estarán disponibles tras no haberse recuperado de sus respectivas lesiones. Borja sigue con dolores y la reaparición de David se prevé para el encuentro del martes frente al Real Madrid. A ellos se suman las duraderas lesiones de Yangel e Ibrahima Kebé, aunque no son novedades en la lista de la enfermería. Tampoco podrán estar dos titularísimos como Santi Bueno y Taty Castellanos, pues vieron amarillas que les costaron la sanción pertinente. El Valladolid se encontrará con un Girona que no alineará ni a sus centrales titulares ni a su delantero fijo.
Paulo Pezzolano llega con una situación más apetecible. Solo tendrá las ausencias de Anuar y Lucas Olzaza, aunque deberán cuidar
la sanción a Larin, pues el canadiense acumula cuatro amarillas. El único apercibido para los visitantes es Arnau Martínez.
El cuadro catalán, en una posición mucho más cómoda en la tabla, no buscará relajaciones e intentará cuajar un buen partido que les haga alcanzar los 41 puntos y, consecuentemente, una permanencia garantizada, a no ser que suceda una catástrofe que haga sumar por igual al resto de equipos hasta esa cifra, tal y como pasó en aquel descenso del Villarreal de los 43 puntos. No parece que este año vaya a suceder por la media de puntuación de los equipos que se encuentran en las posiciones más comprometidas.
Los blanquivioletas serán los encargados de evitarlo. Paulo Pezzolano podría emplear un once parecido al que asaltó el feudo ‘groguet’. Los locales tienen los puestos de descenso a cinco puntos y ganar frente a los suyos sería un gran golpe sobre la mesa. Para ello deberán robar el esférico a los gerundenses cuanto antes. El juego de Míchel es uno de los mayores peligros para los rivales y el Valladolid necesitará robar rápido y generar contraataques con determinación para poner en compromiso a un equipo que acumula dos porterías a cero consecutivas ●