Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
RÍO, SIN FEDERER
El suizo se pierde toda la segunda parte de la temporada por una lesión de rodilla Por lo tanto, no podrá disputar en Río de Janeiro los que iban a ser sus quintos Juegos Olímpicos
En una carrera tan brillante como la de Roger Federer, quizá solo haya una espina clavada. Esa que se hizo más profunda hace cuatro años cuando Andy Murray le privó en la central de Wimbledon de escenificar lo que él significa para el tenis: un jugador de oro que dejará un legado para el recuerdo el triste día en el que anuncie su adiós.
Hasta entonces, otro día duro para el tenis llegó ayer. El hombre récord, el campeón olímpico en dobles en Pekín 2008 y plata individual cuatro años después en Londres, no podrá buscar en Río de Janeiro el reto del oro individual, uno de los pocos que quedan por cumplir en una carrera sin igual en el planeta tenis: Federer no disputará los Juegos Olímpicos de Río por una lesión de rodilla. Ni los Juegos, ni la segunda mitad de un 2016 en la que se centrará en recuperarse al cien por cien.
“Me siento profundamente decepcionado por tener que anunciar que no podré representar a Suiza en los Juegos Olímpicos de Río y que me perderé lo que resta de temporada. Tras consultar todas las opciones con mis médicos y mi equipo, he tomado la durísima decisión de poner fin a mi 2016 porque necesito más tiempo para recuperarme de la operación de rodilla a la que me sometí a principios de año”, explicó Federer en las redes sociales.
Un año complicado
A sus 34 años, la de Río apuntaba a ser su última oportunidad para buscar ese oro olímpico individual con el que sellar un palmarés de ensueño. Pero no podrá ser.
No está siendo 2016 su año. A pesar de que ha respondido siempre que ha saltado a pista, sólo siete torneos en lo que va del año han contado con su presencia.
Finalista en Brisbane y semifinalista en Australia, un año que prometía vio su primer parón en febrero, cuando Federer decidió pasar por el quirófano para someterse a una artroscopia que paliara una rotura de menisco sufrida tras las semifinales de Melbourne contra Djokovic. Rotterdam y Dubái se caían de su calendario, aunque no iban a ser los únicos.
A finales de ese mes, el suizo no se sentía preparado físicamente para afrontar la gira de pista dura americana y se borró de Indian Wells y de Miami. Su vuelta se produjo en Montecarlo, aunque entonces apareció otro enemigo inesperado: la espalda le obligaba a renunciar a Madrid días después. Se probó en Roma, pero no se vio bien. Así, Roland Garros se quedaba también sin su magia.
Recuperado de los problemas de espalda, afrontó sin problemas la temporada de hierba. Hace unos días, sin especificar si se trataba de problemas de espalda o de rodilla, Roger se bajaba de Canadá.
La confirmación de la razón de sus dolencias llegó ayer. La lesión sufrida en Australia vuelve a hacerse notar. No arriesgará y tratará de volver más fuerte en 2017.
Así, los Juegos Olímpicos no contarán con uno de sus mayores reclamos. Río de Janeiro se queda sin la magia de Roger Federer