Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Vestir los colores sale caro
El fútbol ha crecido a todos los niveles de una forma exponencial en las dos últimas décadas. Las cifras han aumentado. Puntos, sueldos, fichajes, presupuestos, televisiones. Todo va a más. La dinámica es ascendente. Pero este siempre ha sido un deporte vinculado al pueblo. Ahí radican los cimientos de los grandes clubes. Es la base que les ha permitido amasar ahora grandes fortunas.
Este incremento también ha llegado, como es lógico, a los bolsillos de los aficionados. El problema es que lo ha hecho, en muchos casos, de una forma exagerada. Antes los seguidores de un determinado equipo eran los principales contribuyentes a sus arcas. Ahora han quedado en una aportación residual. Las televisiones y los patrocinadores, al menos en la elite, son los que llevan la voz cantante en el presupuesto. Uno de los mejores ejemplos de todo esto son las camisetas. Todos los conjuntos estrenan ahora sus pieles de cara al nuevo curso. Año tras año, hay variaciones. Cuestión de marketing. Los precios se han disparado. Todas las escuadras de Primera División cuentan con una tienda online en sus páginas web y me ha dado por comparar (las únicas que no estaban a la venta vía internet eran las zamarras del Málaga y del Sporting). Todos los datos que aparecen a continuación son de camisetas de adultos, sin descuentos para socios o abonados, sin personalizar y sin gastos de envío. La palma se la lleva el Real Madrid. 90 euros por su casaca (casi 15.000 de las antiguas pesetas). 100 si es de manga larga. De cerca le siguen Athletic, Barça y Atlético. 85 euros. Los tres vestidos por Nike, lo que lleva a pensar que es la propia marca la que establece el precio. Me detengo en la individualización de la prenda del conjunto bilbaíno. Un fijo de 12,85. Por cada letra, 0,60. Por cada número, 2,15. Así que colocar el 20 de Aduriz en una zamarra zurigorri se va hasta los 105,75. En este punto se agradecería que Kepa pusiera su nombre y no su apellido en la espalda. El Atlético también tiene su particularidad. Agregar a la compra un parche en la manga que ponga “Champions” y “Respect” cuesta 10 euros.
En cuanto al resto de clubes euskaldunes prima el equilibrio. Las camisetas de Real Sociedad y Alavés valen 70 euros. La de Osasuna, 69,95; y la del Eibar, 65. La más barata de LaLiga es la del Leganés: 54,99. En cuestión de la personalización, los precios también varían. En el conjunto pepinero asciende a 9 euros. En el Espanyol, por ejemplo, son 10; y en el Betis, 15,95. Un montante fijo, a diferencia de lo que sucede en el Athletic. Y algo más barato.
Así es muy complicado teñir los estadios del color de cada equipo. Es difícil coleccionar a no ser que busques por internet y que no te importe que sean prendas de otras temporadas. Es la mejor solución y la oferta es amplia.
Todo sin hablar de los diseños. Las marcas no tiran de ingenio. Lo deben guardar en los cajones de sus estudios. Sólo innovan con los grandes nombres. Para el resto fabrican en serie. No es extraño ver las mismas camisetas en diferentes escuadras. Únicamente se distinguen en los escudos o en los colores de turno. Uno de los últimos ejemplos son las ropas de entrenamiento de Tenerife y Alavés. Calcadas. No hay nada que identifique más a un club que sus colores. Su camiseta. Su piel. Y con esta dinámica de precios es complicado acudir al estadio ataviado adecuadamente