Intensidad sin acierto

N o se les puede negar a los leones que el esfuerzo que realizaron ayer ante el Barça fue tremendo, como siempre que se han tenido que enfrentar al conjunto culé en los últimos tiempos. Quizás el único ‘pero’ que se le pueda poner al equipo de Valverde es que le faltó algo más de frescura e ideas para hacer más daño en el área azulgrana. Hubo varias oportunidades en los que los rojiblancos presionaron bien y recuperaron el balón muy arriba, pero no acertaron en el último pase para encontrar el gol. Y eso que la primera gran ocasión de marcar la tuvo el cuadro bilbaíno tras un error de

Ter Stegen, pero Beñat remató ‘al muñeco’. El de Igorre fue casi el mejor atacante del Athletic, porque en el tramo final también estuvo a punto de encontrar las redes en un gran lanzamiento de falta. Lo malo del Barça es que aprovecha bien los errores del rival y en un desajuste defensivo de los de Txingurri, Rakitic anotó el que a la postre sería el tanto decisivo. L os de Luis Enrique montaron contragolpes muy peligrosos que podrían haber sentenciado el choque, pero ayer Messi, Suárez y compañía no estuvieron tan acertados de cara a puerta como otras veces y eso provocó que los leones continuaran vivos durante todo el partido. Tanto que, con más corazón que fútbol, durante la segunda parte apretaron en busca del empate. Incluso se pidió un penalti sobre Muniain en un forcejeo un tanto discutible. L o peor del caso es que, como hace un año, el Athletic comienza la Liga con cero puntos de seis posibles antes del primer parón, lo que le obligará a ir a Riazor dentro de dos semanas con la urgencia de empezar a sumar. Eso sí, si los rojiblancos hubieran jugado siete días antes en Gijón con la intensidad de ayer otro gallo habría cantado