Y al final llovió

Muchos espectadores de San Mamés se mojaron por las obras de la cubierta que aún no han finalizado

Parece que el Athletic se temía que pudiera ocurrir lo que al final aconteció y para cubrirse en salud, horas antes del partido entre el equipo rojiblanco y el Barça, volvió a recalcar en la web del club que la lluvia podía ser un enemigo en el primer partido de la temporada en San Mamés.

“De cara al partido frente al FC Barcelona, el Athletic Club recuerda a sus socias/os, y a todas las personas que acudan a San Mamés, que aun se está procediendo a la instalación de los cojines de EFTE, primero los de la cubierta inicial, y que para el presente partido solo estarán instalados los correspondientes a la Tribuna Norte, la mitad de la Tribuna Este y una parte de la Tribuna Principal”, rezaba la nota de la entidad rojiblanca, que también apuntaba que “por lo tanto, en caso de lluvia u otras inclemencias meteorológicas, puede verse afectada la mayoría de las personas asistentes”.

Y la mala suerte quiso que ayer, después de un caluroso y seco mes de agosto en el que apenas ha caído una gota, empezara a llover con cierta intensidad. Al menos, la suficiente para que muchos de los aficionados que se dieron cita en gran número en el flamante estadio bilbaíno tuvieran que guarecerse como pudieron de la lluvia como pudieron, cubriendose la cabeza con lo primero que tenían a mano o buscando zonas más altas de las tribunas a las que no llegaba el agua.

Todavía quedan por delante varias semanas en las que seguirán las obras para cubrir con los cojines de EFTE las zonas de la cubierta que aún están al aire. El parón competitivo y las dos salidas consecutivas que tendrá que afrontar el equipo rojiblanco, a Riazor para medirse al Deportivo y a Italia para enfrentarse al Sassuolo, permitirán un respiro y que el próximo domingo 18 de septiembre se puedan comprobar los avances que se hayan producido en la cubierta con motivo del siguiente encuentro en casa ante el Valencia (16.15 horas)

FOTOS: AIOL Bajo la lluvia Los espectadores se cubrieron cómo pudieron para evitar el agua. La cubierta presentaba aún zonas sin terminar. Hubo minuto de silencio, actos festivos y de homenaje