Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

Un piloto de videojuego

La agresiva conducción de Max Verstappen, siempre al límite

- J. Alfaro Manso

El ímpetu y las ganas de crecer como piloto que muestra en todas y cada una de las curvas Max Verstappen, en ocasiones le hacen conducir tan al límite del reglamento que parece que la posibilida­d de sufrir daños no sea real.

‘Mad Max’ es un piloto de videojuego, pero para bien y para mal. En ocasiones lleva a cabo movimiento­s propios del mundo virtual que levantan del asiento al aficionado, pero otras, estos mismos traspasan los límites de lo asumible en el mundo real. Buen ejemplo de ello es la maniobra que realizó ayer en la primera curva de la carrera.

Verstappen había arrancado muy mal y veía cómo tras haber sido el más joven en colarse en una primera fila de la parrilla, quedaba relegado al cuarto puesto en beneficio de los dos Ferrari. Así que se la jugó, pero lo hizo como si el Gran Premio de Bélgica finalizase tras ese primer paso por Les Combes apenas unos segundos después de que se hubieran apagado los semáforos. El ‘niño maravilla’ quiso pasar por donde físicament­e no cabía, pero lo probó igualmente saldándose la acción con su alerón delantero dañado, un pinchazo de Kimi Raikkonen y un trompo de Sebastian Vettel. “Yo solo defiendo mi posición. Si a alguien no le guste, es su problema”, afirmó el propio Max sin arrugarse cuando fue preguntado por su agresivida­d de conducción tras finalizar la carrera celebrada en el circuito de Spa-Francorcha­mps.

Es más, Verstappen no dudó a señalar a ‘Seb’ como el culpable de lo sucedido en ese triple toque. “No salí bien, pero me fui por el in- terior, ellos me arrinconar­on, Ki- mi me cerraba, y Sebastian giró hacia nosotros dos”, indicó Ver- stappen sobre el momento clave de la carrera para él y los dos pilo- tos de la Scuderia.

Lejos de amedrentar­se ante lo sucedido, el más joven de la parri- lla incluso protagoniz­ó un nuevo toque con Raikkonen unas vuel- tas más tarde que hizo explotar al hombre de hielo. “Su único inte- rés es echarme del circuito”, se le escuchó decir entonces a Kimi por la radio de Ferrari.

En definitiva, Max Verstappen se está forjando en el paddock una fama de piloto excesivame­nte agresivo que por el momento no le repercute en demasiados proble- mas con Dirección de Carrera, pe- ro conducir en la vida real como si se tratase de la PlayStatio­n a la lar- ga puede tener consecuenc­ias ne- gativas para el holandés

El ‘niño maravilla’ intentó pasar en la primera curva por donde no cabía

Raikkonen se quejó por radio de la agresivida­d de Max en un incidente posterior

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FOTO: GETTY La grada de Spa-Francorcha­mps, entregada al holandés Max Verstappen, el ídolo local porque también tiene nacionalid­ad belga

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