Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Un tiro en el pie
El 28 de abril de 2005, cuando ya se veía que la ACB iba por mal camino (bueno, mejor dicho, algunos lo decíamos, otros lo negaban), los clubs encargaron un estudio para saber qué estaba pasando. Se conoce como
‘Informe Salvetti’, porque lo hizo la empresa Salvetti & Llombart y tuvo cierta fama, porque se filtró y salió a la luz pública, provocando cierta polémica. Muchos de los problemas que ahora son muy evidentes ya estaban ahí reflejados y las recomendaciones que se daban eran de cajón, pero desgraciadamente los clubs no hicieron demasiado caso y siguieron otro camino. En uno de los puntos de análisis del producto se apuntaba como debilidad “la falta de identidad con el equipo, con los jugadores. Alta rotación, los jugadores no se ‘asientan’ en los clubs, no da tiempo a crear vínculos. Extrema presencia de jugadores extranjeros. Numerosos fichajes a lo largo de la temporada”. En aquella época, más de la mitad de los jugadores de las plantillas ACB eran españoles. Ahora, pues ya lo ven, la cosa ha ido a peor y la próxima campaña ese porcentaje será del 29 por ciento si excluimos a los que tienen doble nacionalidad, una cifra que es la más baja de toda Europa. Q ue las políticas y la filosofía de la ACB históricamente han ido siempre contra el jugador español es evidente, pero con cosas así (y otras muchas más, desde luego: ‘matrimonios express’, visibilidad televisiva, pasaportes falsos, descensos y ascensos bloqueados, problemas económicos, etc, etc, etc, etc) la ACB ha ido tirando piedras contra su propio tejado y se ha metido en un hoyo. U na Liga Endesa en la que el 70 por ciento de los jugadores son extranjeros es un producto difícil de digerir para el aficionado en general y casi imposible de ‘vender’ para el periodista, porque la identificación y el enganche emocional son casi imposibles. Al final el tiempo ha dado y quitado razones: toda esa lucha histórica contra el jugador español ha sido y sigue siendo un tiro en el pie