REMONTADA EXPRÉS Y LÍDERES

El Barça neutralizó en nueve minutos de la segunda parte el tanto inicial del Borussia y suma 6 puntos de 6 posibles Los cambios y la pizarra de Luis Enrique fueron cruciales para lograr un triunfo firmado por un gran Arda Turan y Piqué

El Borussia Mönchengladbach ya no podrá presumir de fortín. Una remontada exprés en apenas nueve minutos permitió al Barça hacer trizas el historial de victorias en su estadio del conjunto alemán desde enero de este año. Un gol de Arda Turan al poco de saltar al campo y otro de Piqué en otro córner de pizarra neutralizaron el de la primera parte de Hazard. Segundo triunfo, seis puntos de seis, que le permite liderar el grupo y adelantarse a un Manchester City que no pasó del empate ante el Celtic. A los de Pep les toca en octubre visitar el Camp Nou.

Luis Enrique intuyó en la previa el sufrimiento del marcador. Poco dado a las estadísticas, al menos en apariencia, el técnico avisó de los números increíbles en casa del Gladbach. Hacía once partidos que como anfitrión maltrataba a sus huéspedes. Se lo dijo a sus jugadores en la intimidad del vestuario y lo dejó caer ante los periodistas. Y le puso remedio, pero sin renunciar al estilo Barça ni traicionar su apuesta para reinventarse constantemente. Tiró de su once de gala, el de los grandes partidos, aunque se reservó la sorpresa táctica de jugársela con Alcácer junto a Luis Suárez. La primera vez que les reunía en una alineación. Hasta ahora uno había suplido al otro. Dos ‘9’ con mucha pólvora en Europa para suplir la ausencia de Messi. La mayoría barrutaba la idea de jugar con Arda o Rafinha y, al final, el técnico volvió a retocar el sistema situando a Neymar como enganche, entrelíneas.

Innovación azulgrana y también alemana. El Borussia salió con un posado valiente. Tres defensas y dos carrileros poblando la media y presionando a todo lo que veían. Y la osadía le salió bien, porque con el balón siempre dieron sensación de peligro, abriendo el juego por las bandas, preferentemente por la derecha, hasta hilvanar un contragolpe veloz con Raffael robando el balón, con Stindl de pasador y tanto de Hazard. El belga, en su casa, es un rodillo. Ter Stegen, que hasta entonces no había atajado ningún balón, nada pudo hacer con el remate.

No es que el Barça anduviera intimidado. Fue fiel a la idea propuesta por Lucho, con mucha movilidad entre los tres hombres de ataque, permutando sus posiciones y protagonizando ocasiones claras. Una primera de Neymar a buen centro de Alba, otra de tiralíneas que Alcácer no remató en boca de gol por la oposición de un defensor, un disparo de Suárez con la izquierda y otro lejano y envenenado de Rakitic. Pero un error de Busquets, un detalle, penalizó al Barça. Más que recuperarse del golpe, los azulgrana cayeron en el desconcierto. Desdibujado, fue un Barça irreconocible hasta el final de la primera parte. Las caras de los jugadores camino del vestuario denotaban rabia. Los de Schubert habían logrado el mejor botín.

Otra fisonomía tras el descanso

En la segunda parte, Luis Enrique devolvió al equipo a su sistema original con Luis Suárez por el centro y Alcácer por la derecha. Justo al inicio, Raffael, uno de los más entonados, cayó lesionado. Entró Johnson. El Barça reaccionó sacando a Alcácer, condenado por el dibujo táctico y en proceso de adaptación, y dando entrada a Rafinfa. Al principio nada cambió. Perdidas de balón, muchas de Neymar, y dominio aparente pero infructuoso. Un chut de Rakitic lejano fue una primera propuesta. Con Luis Suárez cómodo, el abordaje continuó. Lucho dio entrada a Arda, que acabaría revolucionando el partido. Un buen guión de Iniesta y del propio Rafinha, asistencia calculada de Ney y potentísimo chut de Arda en el vértice del área pequeña incrustándose en la red. Era el minuto 65, hacía seis que había entrado y ya había firmado su quinto gol de la temporada.

Aunque el choque se puso entonces feo para el Barça por las dos amarillas de los centrales, Piqué y Mascherano, no se renunció al triunfo. Y el premio le llegó como a los buenos estudiantes. Otro córner ensayado de Neymar a Luis Suárez en la frontal, obus del uruguayo, rechace en corto de Sommer y Piqué, con la caña puesta, empujó el balón. Su noveno en la Champions. Trabajo consumado a los 73 minutos.

Rendidos

Fundido físicamente, el Gladbach se rindió esperando ya solo empatar en una jugada individual, en una transición rápida, o esperando la ejecución final azulgrana. Neymar, ya más crecido, lo intentó pero se perdió en los driblings. No fue su día. Descifró de forma equivocada el partido y se perdió en sus decisiones, pero se echó al equipo a la espalda. Hasta el final. La remontada partió de sus botas con el pase a Suárez. También es suya. Como de un Barça que supo dar una lección de potencia moral. Esa que tienen los campeones cuando tienen problemas. El Barça se aseguró la visita del City

FOTO: PERE PUNTÍ Arda Turan dio las gracias a Alá Como hace siempre que marca, besó el césped