Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
La Liga de Campeones es su obsesión
El Vicente Calderón abrió su última Champions con un claro mensaje: no van a dejar de creer
Volvía la Champions League al Vicente Calderón. Esa competición que todos los seguidores rojiblancos odian y anhelan a partes iguales. Motivos tienen, desde luego. Pero el caso es que la máxima competición continental regresaba a la ribera del Manzanares en su último año de Liga de Campeones precisamente ante el mismo equipo que pisó por última vez el estadio colchonero: el Bayern de Múnich.
Lo que pasó tras aquellas semifinales ante los alemanes ya se lo saben de memoria. Fue el segundo mazazo gordo en sólo tres años para todos los rojiblancos. Pero si algo han aprendido en todos estos años, es a caer y levantarse. Y tras lo de Milán no iba a ser menos. Faltaría.
El estreno en casa, tras la victoria en Eindhoven, fue ante uno de los grandes de Europa. Y el Calderón se llenó, preparado para una de esas mágicas noches que sólo se viven a esta orilla del río. El ambiente en los aledaños en la previa del choque indicaba que sí, que era uno de esos días especiales, por más que Simeone y sus hombres lo hayan convertido en normal en los últimos años. Desde primera hora de la tarde, Madrid Río y el Paseo de los Melancólicos eran un hervidero de camisetas rojiblancas, mezcladas con las rojas de los alemanes en armonía.
Ya dentro, el club había preparado un recibimiento especial para el Atlético. El de las fechas importantes. Un espectacular mosaico formado por 45.000 cartulinas dio la bienvenida a los jugadores colchoneros. Y aquí no dan puntada sin hilo. Si el curso pasado los lemas fueron “nunca dejes de creer” o ‘contigo hasta el final’, en esta ocasión fue otra declaración de intenciones en toda regla: ‘dale alegría a mi corazón’.
Así, a simple vista, la cosa no les dirá mucho si no son habituales del Calderón. Pero si sí lo son, saben que sigue a este cántico que entona la afición colchonera: “la Liga de Campeones es mi obsesión”. Y sí. Lo es. Sólo que tras Milán, el tercer intento fallido, es mejor pensar que si nunca se consigue tampoco pasará nada, “que para eso somos del Atleti”, que dice un amigo. Pero nadie esconde que es el gran deseo de todos, comenzando por los jugadores y siguiendo por un Simeone al que su conocido San Siro le dejó tocado, muy tocado.
Si tras Lisboa, los pesos pesados del vestuario como Godín, Gabi o Juanfran aseguraron que volverían, cumpliendo dos años después su promesa, tras Milán, más de lo mismo. Será en Cardiff en junio. O igual el Atlético es eliminado en la fase de grupos, quién sabe. Pero que este equipo volverá intentarlo, no duden ni un solo momento. Ya saben: “Dale alegría a mi corazón. La Liga de Campeones es mi obsesión”
Los rojiblancos quieren un torneo que anhelan y odian a partes iguales