Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
SE BASTAN
Un Barça sin bases expertos no tiene problemas para ganar a la Penya y llegar a la final de la Lliga Los azulgrana solventaron el trámite en los primeros 12 minutos ante un rival desacertado
La ausencia de bases experimentados y referentes indiscutibles en el perímetro quedó al final como anécdota y el Barça Lassa no tuvo complicaciones para superar al Divina Joventut y acceder a la final de la Lliga Catalana 2016, donde buscará hoy ante el ICL Manresa su octavo título seguido de esta competición. Con el joven Stefan Peno de titular en el puesto de ‘uno’ y relevos ocasionales de Oleson, el equipo de Bartzokas se las apañó para sobreponerse a las bajas de Rice, Ribas, Navarro y Koponen sin que nadie les echara mucho en falta. Dominó con claridad, como seguramente lo hubiera hecho con los titulares a una Penya muy verde, que no tuvo tiempo de creer en sus opciones.
El Barça no tuvo problemas de conducción ni se vio sobrepasado por las presiones defensivas dejando medio partido sentenciado en 10 o 12 minutos. Sus rentas llegaron a ser de 19 puntos mediado el segundo cuarto (31-13) y el Joventut luchó desde entonces sólo por entrar dignamente en el partido. A pesar del diferencial de recursos, podía esperarse seguramente más de los badaloneses dadas las circunstancias del rival pero quedó claro que esta no era su tarde.
Constantes pérdidas de balón, desacierto en el tiro y problemas de Stutz para controlar al pívot rival fueron los pecados principales del Joventut en este arranque. En cinco minutos su bagaje apenas era de dos puntos con un alley oop anotado por Abalde mientras que el Barça pudo dominar dentro de la zona sin alardes pero con mucha más constancia. En el segundo cuarto un triple de Abalde y una antideportiva de Claver por frenar el contraataque, que el Joventut capitalizó con cinco puntos, redujo las diferencias hasta los once (34-23) pero hacía falta mucho más para mantener cierta esperanza.
En la segunda mitad las ventajas del Barça no dejaron de crecer y si en algún momento entraba algún triple solitario de Vasiliauskas ahí estaba Eriksson, por ejemplo, para responder con otro y hacer inútil cualquier intento de los badaloneses por salvar la cara. El 60-34 del final del tercer cuarto presagiaba la paliza final que a escasos días del inicio de la ACB hace pensar que las diferencias esta vez parecen insalvables.
Al Barça le queda ahora una final para resarcirse del revés de la Supercopa y apenas dos días para intentar recuperar a alguno de sus directores de juego con vistas a arranque liguero: el domingo en el Nou Congost