Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
EL BERNABÉU PIDE LA HORA
Un gol de Morata a siete minutos para el final trunca la ilusión bilbaína de volver a puntuar en el estadio blanco Sabin Merino acierta a nivelar el tanto inicial de Benzema, pero Williams perdona lo imperdonable ante Navas
El Athletic a punto estuvo de acabar con su particular gafe en el Bernabéu. A los leones, con un equipo de circunstancias dadas las numerosas bajas registradas, le sobraron siete minutos para poder cumplir su objetivo. Morata, que entró poco antes en sustitución de Benzema, arregló el entuerto para los madrileños.
Los rojiblancos tuvieron que sobreponerse a la adversidad desde antes incluso de salir del vestuario. Ausencias notables en su once titular y gol madrugador en contra para no variar en este escenario. Más de uno se temió lo peor en forma de goleada, pero nada más lejos de la realidad.
El improvisado Athletic fue creciendo en el juego con el discurrir de los minutos, empató por medio de Sabin Merino y acongojó a los merengues antes y después de la diana de Morata con dos clarísimas opciones que Williams no acertó a concretar. El delantero bilbaíno seguro que no habrá dormido esta noche pensando en tan diáfanas oportunidades para consagrarse en un campo mítico.
A los bilbaínos, justo es reconocerlo, se les hizo demasiado largo el segundo tiempo. El equipo, ante la desesperada presión madrileña, acabó reculando hasta meterse en las mismas narices de Iraizoz. Al navarro, lamentablemente, se le fue de las manos el balón que le dio los tres puntos y el liderato a los blancos.
Once inédito
Zidane afrontó la visita del Athletic con las novedades esperadas en su once titular. Carvajal regresó al lateral diestro e Isco y Kovacic recuperaron su sitio en el centro del campo. El técnico galo apenas rotó respecto al choque del martes de la Champions.
Valverde, sí. Valverde se vio obligado a tirar de plantilla obligado por las circunstancias. El míster rojiblanco tuvo que improvisar en todas sus líneas. Iraizoz volvió así bajo palos; Lekue, Etxeita, Laporte y Saborit, dadas las numerosas e imporantes bajas atrás, formaron una defensa de circunstancias; y Eraso y Sabin encontraron acomodo en la zona media junto a Mikel Rico y San José. Los leones, a diferencia de compromisos anteriores, se plantaron en el Bernabéu con un claro 4-4-2 en el que Raúl y Eraso arrancaron como hombres más adelantados, aunque Williams tardó muy poco en situarse en punta en ausencia del lesionado Aduriz.
Los leones, valientes, salieron a presionar muy arriba la salida de balón merengue. El Madrid, sin embargo, apenas tardó cinco minutos en batir a Iraizoz. Un inoportuno resbalón de Saborit, tras pasarse de frenada ante Isco, permitió a Benzama abrir el marcador. Los blancos pisaron el acelerador a partir de ahí, pero se fueron estrellando poco a poco frente a un cada vez más consistente y decidido Athletic. Los bilbaínos, que entendieron que la mejor defensa es un buen ataque, empezaron a dejarse ver por los dominios de Keylor Navas hasta que Sabin Merino, tras una buena in-
Saborit se resbala en el 1-0 y el balón se le escapa de las manos a Iraizoz en el 2-1
ternada de Lekue y a gran pase de Eraso, acertó a empatar.
Había partido. Los blancos, que empezaban a tener que correr más de la cuenta hacia atrás, buscaron sus opciones ante Iraizoz, pero se llevaron más de un susto antes del descanso. Valverde también, puesto que Laporte se retiró cojeando.
El central zurdo, felizmente para los intereses del Athletic, regresó al campo en el inicio del segundo periodo. Periodo que arrancó con un uno contra uno de Williams frente a Navas que el delantero bilbaíno, lamentablemente, no supo resolver de la manera adecuada. El Bernabéu empezó a ponerse nervioso e incluso pitó a Zidane en el momento de retirar a Isco para dar entrada a Lucas Vázquez. La sustitución de Morata, sin embargo, fue recibida entre aplausos.
Con los canteranos ejerciendo en la delantera y el equipo de Valverde metiéndose cada vez más atrás se empezó a temor lo peor para los intereses bilbaínos. El equipo rojiblanco llevaba ya tiempo sin dar señales de vida en ataque y las entradas casi simultáneas de Iturraspe y Susaeta no sirvieron para hacer variar el rumbo del encuentro.
Todo quedaba reducido a esperar a ver si el Madrid acertaba o no ante el cada vez más asediado portal de Iraizoz. La bolita, lamentablemente para los intereses bilbaínos, acabó alojándose en la red de la meta del navarro tras un remate a bocajarro de Morata que no acertó a sujetar el portero y acabó remachacando el propio Morata a siete minutos del final. Williams, así y todo, tuvo después otra inmejorable ocasión para empatar, pero falló. El Athletic, muy diezmado, metió el miedo en el cuerpo al Madrid, aunque no sirvió para nada