Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
EL MINUTO DE LA BASURA
Lekue perdona ante Alves en el arranque del partido, Nani bate acto seguido a Iraizoz y campana y se acabó Las rotaciones realizadas por Valverde en el día de su récord no surten efecto y encima Laporte y Aduriz salen lesionados
Peor imposible. Nueva derrota lejos de casa, nuevas secuelas en formas de lesiones importantes, nueva muestra de que perdonar lo imperdonable de cara a gol se paga caro hasta frente a un rival, como el Valencia, que no atraviesa por su mejor momento. El de ayer tenía que ser un día feliz para Valverde, el entrenador del Athletic con más partidos en su haber, pero no lo fue.
Otra muestra de impotencia más en las áreas de sus jugadores, otra nueva colección de errores infantiles e incomprensibles y, sobre todo, otra preocupación más de cara al ya de por sí complicado envite del jueves en Chipre porque Laporte y el ayer suplente Aduriz tuvieron que abandonar el campo lesionados. Lo del donostiarra (un percance muscular) debe tener su importancia, ya que dejó al equipo con uno menos durante la última media hora.
El minuto 13, el número gafe por excelencia, marcó el desenlace de este insulso choque. Fue el minuto de la basura. Lekue perdonó ante Alves y Nani marcó acto seguido. Todo lo demás hasta sobra porque el partido de Mestalla ya lo habíamos visto esta misma temporada lejos de San Mamés en varias ocasiones. Querer y no poder. Impotencia total y absoluta para sobreponerse a las circunstancias.
Sin goles no hay paraíso. El dicurso de la buena voluntad y las mejores intenciones se agota. Cierto que una mala tarde la tiene cualquiera, pero los leones ya llevan unas cuantas lejos de su estadio. Da hasta miedo pensar en lo que puede pasar en Nicosia.
Voro, por ir al origen del duelo, afrontó la visita del Athletic con cuatro cambios en su once titular. Garay y Siqueira entraron en defensa, Enzo Pérez en la media y Zaza en la punta del ataque. Veteranía y saber estar para un equipo necesitado de puntos.
Día de rotaciones
Valverde, el día que pasaba a ser el entrenador del Athletic con más partidos oficiales en la centenaria vida del club bilbaíno, tiró de rota-
El tanto de Zaza al borde del descanso acaba con las esperanzas rojiblancas
ciones pensando en Chipre. Bóveda y Saborit aparecieron en la zaga, Eraso y Lekue en los interiores y Raúl García y Muniain se alternaron la posición de delantero centro. Aduriz, Williams y Beñat, al banquillo. Yeray, ni convocado.
No fue mala la puesta en escena de los leones en Mestalla, pero sí ineficaz. Los leones, esta vez de verde, tocaron, tocaron y tocaron ante un rival replegado, pero perdonaron lo imperdonable. Lekue fue esta vez el que no acertó a superar el uno contra uno con Alves.
Nani, por contra, aprovechó esa misma jugada para abrir el marcador tras una contra iniciada a raíz de una incomprensible pérdida de balón de Iturraspe. El minuto 13 resultó gafe para los leones. Leones que siguieron combinando con insistencia, pero sin profundidad alguna. A los locales les bastó, en cambio, con esperar atrás, con Etxeita ya por el lesionado Laporte, para matar a la contra. Zaza, a un suspiro del descanso, firmó así el 2-0.
Valverde esperó al arranque de la segunda mitad para tirar de banquillo. Williams y Aduriz irrumpieron al mismo tiempo, pero el donostiarra se rompió tres minutos después de saltar al césped en el inicio de una carrera. Mestalla le despidió entre aplausos y sus compañeros entre serios gestos de preocupación. Una tarde nacida para la felicidad del míster rojiblanco acabó convirtiéndose en una auténtica tortura.
El Valencia, con todo a su favor, aprovechó la coyuntura para gustarse. Los leones, lejos de arrojar la toalla, tiraron de orgullo, pero ya había quedado claro desde mucho tiempo antes que este no era su día. Williams, a modo y manera de Lekue antes del 1-0, perdonó ante la meta de Alves. Una más en la larga lista de ocasiones desperdiciadas por el Athletic de un tiempo a esta parte. Así, la verdad, es imposible