Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Valverde no puede disfrutar de su gran día
Los leones sucumben con lesiones y estrépito en su intento de dedicar este histórico partido a su míster
No fue la tarde soñada desde la perspectiva meramente rojiblanca. Al contrario. Más desgracias, imposible. Parece que hubo cierta conjura bien celestial bien terrenal para que Valverde no pudiese celebrar como era debido su récord de ‘longevidad’ en el banquillo bilbaíno.
El ambiente en Mestalla estaba un tanto cargado en las horas previas al partido. Nada que no suceda por aquellos lares cuando el equipo che no marcha bien. Las protestas de la afición local se hicieron sentir desde mucho antes del inicio del choque.
Los cánticos de un número significativo de aficionados en los aledaños del estadio resultaban bastante significativos. “Mestalla despierta, esto es una mierda”, “Lim vete ya” y algunos otros ‘hits’ del estilo se sucedían en el exterior del campo mientras los leones llegaban en su autobús. El recibimiento a los leones en nada se pareció al vivido hace ya algunos años en este mismo escenario con motivo de la final de Copa frente al Barça con Caparrós en el banquillo bilbaíno.
Banquillo donde, por cierto, ayer hizo historia Valverde. El actual míster del Athletic, al que Urrutia fichó tras su salida precisamente del Valencia, es desde ayer el entrenador con más partidos oficiales dirigidos al primer equipo club rojiblanco. Sus 290 ‘participaciones’ como entrenador de los leones acaban con el reinado de Clemente, todo un mito de la entidad de Ibaigane, que se quedó en 289. La parroquia che, a diferencia de visitas anteriores, ni se percató esta vez cuando el speaker anunció a Valverde como “el entrenador del Athletic”.
Mestalla se olvida de Txingurri, pero recibe y despide a Aduriz con muchos aplausos
Viejos amigos
Con Aduriz, sin embargo, no sucedió lo mismo. Mestalla recibió con una sonora ovación al donostiarra en el preciso instante en que se incorporó al partido en sustitución de Lekue. Una comparecencia corta y dolorosa a más no poder, puesto que el pichichi rojiblanco tuvo que pedir el cambio apenas cuatro minutos más tarde. Los aplausos, de nuevo, aparecieron en las gradas del estadio valencianista para despedir a un cabizbajo Aduriz en su recorrido hasta el banquillo.
Valverde, en cualquier caso, sí recibió algunas felicitaciones por parte del bando contrario por su histórico registro. El abrazo que intercambió con Voro, antes delegado del Valencia y ahora entrenador del conjunto ché, nada más concluir el encuentro resultó significativo. Amigos en las buenas y en las malas.
Los leones tampoco caminaron solos esta vez en Mestalla. Los gritos de sus aficionados, situados en uno de los graderíos más elevados
de Mestalla y custodiados por las fuerzas del orden, se dejaron escuchar durante muchos momentos del encuentro, pese a que el duelo estaba visto para sentencia en el descanso.
Algunos miembros de la Peña Indarra Gorri ta Zuria, por cierto, mostraron su malestar por el hecho de que los responsables de la seguridad del campo no les dejaron acceder al mismo con una pancarta con su leyenda. El listón varía, al parecer, en función de la localidad de turno. A lo mejor rojo y blanco en euskera suena a otra cosa. Increíble, pero cierto