Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Sufrimiento innecesario
Probablemente el Athletic hizo ayer tantos o más méritos para ganar que en el anterior partido en casa ante la UD Las Palmas. La diferencia entre uno y otro choque es que en aquella ocasión los leones se mostraron bastante más acertados en ataque. La falta de tino a la hora de rematar las jugadas pudo costar cara, a pesar de que durante muchos minutos dio la impresión de que el equipo rojiblanco era superior al Betis. De todas formas, el equipo andaluz corrió bastante más que el canario y trató de impedir que el Athletic jugase con comodidad. Pero estaba visto que ayer no iba a ser sencillo sumar los tres puntos. Ya desde el primer tramo del choque hubo ocasiones claras para haberse puesto por delante, pero ni Aduriz ni De Marcos lograron batir a Adán. Así, hasta el descanso los de Valverde lo intentaron sin demasiada suerte y no se movió el marcador. En la reanudación, los leones salieron a resolver y tras avisar Susaeta, Aduriz hizo de Juan Palomo y se fabricó un penalti que el mismo transformó. El 2-0 de un Muniain que está en racha ante la portería rival parecía dejar casi todo sentenciado, pero pronto el ‘eterno’ Rubén Castro acortó diferencias. Y desde ahí, el equipo bilbaíno entró en una fase de nerviosismo que le impidió mantener el control del partido para evitar que el rival tuviese oportunidades de empatar. Los cambios ofensivos que introdujo Víctor echaron hacia adelante al cuadro verdiblanco, que tuvo varias llegadas que pudieron acabar en gol. Entre el cansancio, la presión por la importancia de los puntos en juego y que los rojiblancos volvieron a estar romos en el remate, los últimos minutos supusieron un sufrimiento innecesario para un equipo que debió matar el partido bastante antes