Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
El obús de la esperanza
Golazo para enmarcar en ‘su estadio’ y ante el que será su futuro eterno rival
Las citas grandes son las que marcan la valía de los futbolistas. A Theo Hernández, a sus 19 años, no le tembló el pulso en su primera final en la élite. Dejó su selló y alimentó las esperanzas del Alavés de llevarse la Copa a Gasteiz. Pero luego apareció Messi y finalizó con el sueño de los babazorros. Suya fue la diana que inauguró el electrónico del Vicente Calderón. Los albiazules supieron encajar el golpe y nivelaron de inmediato. Un golazo para enmarcar del carrilero francés. Sorprendió a Cillessen con una falta lejana que se alojó cerca de la escuadra. Un obús tremendo. Nueva lección de Theo en el golpeo, similar a la que dio ante el Athletic en Mendizorroza.
Un tanto con mucha miga. Con trasfondo. Lo firmó en ‘su estadio’. Y es que el de Marsella está cedido por el Atlético. Bien es cierto que nunca ha llegado a debutar con el primer equipo colchonero. El de ayer fue su último servicio a la causa del Alavés. Cambio de aires, pero no de ciudad. Todo apunta a que vestirá de blanco. Solo falta la confirmación oficial porque Theo ya ha pasado el pertinente reconocimiento médico con un Real Madrid que abonará los 24 millones de euros de su cláusula de rescisión. De modo que atinó ante el que será su eterno rival en pocas fechas. ¿Le de- jarán lanzar libres directos como el de ayer en el Santiago Bernabéu?
El plan de Pellegrino era juntar líneas y estirarse con velocidad desde los costados. Algo que le ha dado sus frutos muchas veces a lo largo de la presente campaña. Theo se las vería con Mascherano. El argentino arrancó en el perfil diestro de la zaga, aunque apenas duró diez minutos sobre el verde. Se retiró lesionado y su puesto lo ocupó Andre Gomes.
Lo cierto es que el de Marsella no entró demasiado en liza. Es lo habitual cuando enfrente está un Barça que acapara la posesión. Sin embargo, dejó varios destellos de calidad en sus intervenciones. Salió con descaro y lo probó con un disparo a los dos minutos que taponó un defensa. Theo acabó desfondado. En el 72’ subió por su carril tras un brillante cambio de juego de Llorente y la acción terminó en córner, con el francés en el suelo agotado. Calambres. Poco después sería relevado por Romero. La afición del Alavés le despidió con una ovación atronadora a modo de agur. La del Barça, con una ración de pitos. Es su nuevo enemigo
La afición del Alavés le despidió con una atronadora ovación al ser sustituido