Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Un proyecto construido con los pies
El Barça lo ha hecho todo mal y por eso cierra la peor campaña de su historia moderna
La derrota de ayer en la Fonteta supone el epílogo lógico a una temporada desastrosa, de largo la peordel primer equipo de basket del FC Barcelona en su historia moderna. El Barça lo ha hecho todo mal y ahí está el resultado, una eliminación en cuartos de playoff de la Liga Endesa que se suma al KO en semifinales en la Copa, la derrota en la final de la Supercopa ACB y la eliminación prematura en la fase regular de la Euroliga. Vamos a intentar analizar las razones de este fracaso.
¿PROYECTO, QUÉ PROYECTO?
El origen de todo está en las endebles bases del nuevo proyecto. El miedo del club a afrontar con valentía su decisión de relevar del banquillo a Xavi Pascual y de los despachos a Joan Creus le llevó a hacer las cosas tarde y mal. Tarde, porque se esperó hasta el verano para buscar un sustituto al de Gavà y ello retrasó toda la planificación deportiva y la búsqueda de los refuerzos necesarios. Y mal porque se disfrazó el cambio de proyecto bajo el manto de un supuesto nuevo modelo basado en un juego más atractivo y en la potenciación de los jóvenes, dos aspectos que nunca han llegado. Es cierto que jugadores jóvenes que ya estaban en el equipo han tenido algo más de protagonismo (Eriksson, Vezenkov, Diagné tras su repesca) pero, lo dicho, ya estaban en el equipo. En un año con tantas lesiones, la pobreza de la presunta apuesta por los jóvenes ha quedado al descubierto. Capítulo aparte merecen las dudas en la elección del sustituto de Pascual, con el Barça barajando el nombre de entrenadores muy diferentes para acabar decidiendo Albert Soler el nombre de Georgios Bartzokas en base a dos detalles vendibles al entorno: su Lokomotiv había eliminado al Barça y antes había sido campeón de Europa. ¿Bases suficientes para un nuevo proyecto?
EN LOS DESPACHOS NO DAN UNA
Aparte de los bandazos en la bús- queda del nuevo entrenador, el secretario técnico del equipo, Rodrigo de la Fuente, no ha sido capaz de mejorar la plantilla del año pasado, y eso que la sección ha dispuesto de mucha más capacidad económica que los últimos años. Tyrese Rice y Víctor Claver llegaron a precio de oro y la inversión también fue importante por Petteri Koponen, recurso de emergencia tras frustrarse la ‘operación Guillem Vives’. Las dudas generalizadas del entorno sobre la posibilidad de que el finlandés actuase como base reserva acabaron demostrándose acertadas cuando el club acabó fichando otro base (Alex Renfroe) y colocó definitivamente a Koponen de ‘dos’, su posición natural. Las renovaciones de Justin Doellman (como americano pues se nacionalizó kosovar) y de Joey Dorsey son otro tema que daría mucho que hablar.
La secretaría técnica ha tenido presupuesto para fichar jugadores a mitad de temporada para paliar los problemas derivados de las lesiones y de la desequilibrada configuración de la plantilla pero no ha dado una. Holmes y Munford han sido irrelevantes, Renfroe como mucho ha cumplido, Diagné pone energía pero no tiene en estos momentos nivel Barça y el fichaje de Faverani ha resultado un ‘bluff’ como muchas advirtieron en su día. El brasileño, que ya no había superado una revisión médica del Barça en 2015, solo ha jugado 17 partidos por culpa de su rodilla y fue cortado por el club hace una semana para ahorrarse el tercer pago de su traspaso. Recordemos que el Barça acordó un traspaso por este jugador con el UCAM Murcia de 250.000 euros, cantidad ahora reducida al cortarle antes del playoff.
UN ENTRENADOR DESQUICIADO
Desde las primeras semanas de competición pudo verse que Georgios Bartzokas se veía superado por la presión. Aspavientos en la banda, broncas a sus jugadores, peleas con los árbitros, técnicas a mansalva… los peores ingredientes para cocinar a fuego lento un proyecto ganador. El técnico griego nunca ha sido un gran gestor de vestuarios (que le pregunten a sus ex jugadores de Olympiacos o del Lokomotiv) pero en el Palau la cosa ha sido aun peor. Tras culpar durante meses a las lesiones, de repente multó a todo su equipo por bajo rendimiento, lo que provocó un completo divorcio entre técnico y jugadores. Con alguno, como Tyrese Rice, llegó a tener discusiones a gritos en algún entrenamiento. La costumbre del griego de culpar veladamente a sus jugadores de los malos resultados (“parece que los jugadores se han cansado de luchar”, dijo tras la derrota de la semana pasada en Valencia) no es la mejor manera para liderar a un equipo y conseguir que te sigan.
JUGADORES QUE NO DAN SU NIVEL
Es difícil encontrar un jugador del Barça del que se pueda decir que ha hecho una buena temporada. Bartzokas no ha logrado construir un juego colectivo creíble pero tampoco nadie ha dado un paso adelante. Ante Tomic y Sasha Vezenkov son los que más han cumplido, pero Rice, muy intermitente, no ha sido el líder que se esperaba, y también ha sido gris el papel de Koponen, Cla- ver o Perperoglou. Los casos de Doellman y Dorsey, renovados en verano, o Faverani claman al cielo y Navarro, perseguido por los proble- mas físicos, ha tenido un papel muy secundario. Eriksson, Oleson, Munford, Renfroe y Diagné se han confirmado como jugadores de complemento con escaso futuro Barça.
SIN SUERTE CON LAS LESIONES
El Barça ha tenido este año muy po- ca suerte con las lesiones, sobre to- do en los dos primeros meses de temporada, cuando estuvieron de baja Ribas y Lawal (toda la tempora- da), Koponen, Navarro, Oleson, Cla- ver, Perperoglou, Doellman, Dorsey... Pero el lamento de las lesiones acabó convirtiéndose en una cantinela constante para justificar el mal rendimiento del equipo, que tenía otras muchas causas.
Mala suerte y mala planificación, pues el Barça es el equipo con la me- dia más alta de edad entre todos los que han disputado esta Euroliga y esta Liga Endesa, lo que aumenta el riesgo de problemas físicos. Y más ante el calendario más duro de siempre por el aumento de jornadas de la Euroliga. El Barça intentó lu- char contra las lesiones firmando a cinco refuerzos ya iniciada la tem- porada, la cifra más alta de toda su historia, pero no acertó y ha servido de bien poco