Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Una vuelta de 65 golpes para enmarcar encumbra a Fowler
Siete birdies sin fallo para el americano con Rafa Cabrera al par y un irregular Rahm que hizo 76
Hacía 37 años que ningún jugador inauguraba el US Open con una vuelta de siete bajo par. Ayer lo hizo Rickie Fowler, tras entregar una tarjeta excepcional de 65 golpes en su estreno en Erin Hills (Wisconsin). Vuelta para enmarcar en la primera jornada disputada en este campo público situado a unos 50 kms de Milwaukee. Una tarjeta exenta de bogeys con la que Fowler igualó la vuelta más baja respecto al par en una primera ronda de US Open. Y se quedó a dos golpes del récord (63) en un abierto estadounidense.
Brutal la demostración de Fowler en el sexto recorrido público de la historia que acoge el abierto americano. Rickie, 2º en este Grand Slam en 2014, un año donde fue además 5º en el Masters de Augusta, 2º empatado en el Open Británico y 3º en el US PGA, firmó 7 birdies sin fallo saliendo por el hoyo 10. Embocó putts desde menos de un metro a un máximo de seis, para 27 en total, con el 86% de calles cogidas y el 83% de greens alcanzados.
Todo lo contrario fue la vuelta del vasco Jon Rahm en su segunda participación en el US Open: 76
golpes (+4), que incluyeron cinco bogeys y solo un birdie. Y un dato aún más demoledor para el de Barrika: no fue capaz de ganarle ni un solo golpe al campo en los cuatro pares 5. Desajuste total de Rahm, quien después de pegar varios golpes que no acabaron con la bola donde él quería, lanzó los palos contra la hierba y no escondió su mosqueo en un día para olvidar y con el que seguro no contaba el nº10 mundial. Nada más terminar se fue al campo de prácticas.
Mucho mejor le fueron las cosas al canario Rafa Cabrera, quien firmó el par 72 con tres birdies y tres bogeys. Rafa acabó el día bogeybirdie y con mejor sabor de boca sin duda que su amigo Rahm.
Sergio García, campeón vigente del Masters, tenía horario de tarde y al cierre de esta edición iba con -1 jugando el hoyo 13 (un eagle en el hoyo 1, un birdie y dos bogeys).
Las condiciones de juego, con greenes receptivos y calles anchas, ayudaron a que se vieran tantas vueltas bajo par, pero no hay que restar mérito alguno al juego de Fowler. Su golf de tee a green fue inmaculado. Curiosamente, Fowler falló los dos últimos cortes en el US Open (Chambers Bay y Oakmont). Es la mejor vuelta de Rickie en el US Open y la cuarta de su carrera por debajo de 70 en este torneo. Ha jugado un total de 25 rondas. El norteamericano persigue su primer ‘grande’.
Además de tener al líder en -7 (con muchos partidos aún en el campo), había tres jugadores en casa-club a dos golpes (Brian Harman, Tommy Fleetwood y Brooks Koepka), Patrick Reed a tres. Jordan Spieth hizo 73 y Dustin Johnson, vigente campeón, 75. El récord de jugadores bajo par tras el primer día de un US Open lo tiene Medinah en 1990, con 39
Rickie Fowler
Siento que he tenido gran control con las distancias. Y siempre es bonito salir a competir y ver que eres capaz de cumplir con lo previsto” Rafa Cabrera
La USGA no va a estar muy contenta de que el resultado del líder esté ya en siete bajo el par”
Estoy contento con el inicio sin que me hayan salido muchas canas”