Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
La Liga de las tres velocidades
Nueve clubes, entre ellos el Alavés, se aprestan a luchar por la permanencia mientras esperan los movimientos de los grandes para fichar
LaLiga Santander en una competición en la que conviven clubes de toda condición. Los grandes trasatlánticos –Real Madrid o Barcelonase codean con rivales que, en el mejor de los casos –Atlético de Madrid-, alcanzan un tercio de su presupuesto. Otros, los más modestos, entre los que se encuentran entidades como Eibar o Deportivo Alavés, ni tan siquiera disponen del 10% de sus ingresos.
Sin embargo, todos luchan a brazo partido para encontrar su sitio en una Liga que se divide en tres departamentos. En el primero, están los candidatos al título, siempre culés y merengues, con el permiso de un cuadro colchonero que cada temporada exprime al límite sus recursos para discutir su total su- premacía. En el segundo, están entre seis y ocho clubes que pelean por completar el elenco de privilegiados que, cada campaña, disputa competiciones europeos. El tercero está integrado por cerca de nueve escuadras cuyo objetivo es la permanencia, seguir disfrutando del privilegio de pertenecer un año más a una de las ligas más ricas y potentes del mundo.
Tamaña diferencia no solo se nota a la hora de competir o a la hora de acceder a los mejores futbolistas –al menos a los más caros-; sino también en el turno para efectuar los fichajes. La gran mayoría de equipos están a la espera de que los grandes del continente –el club selecto de la Champions League, muevan ficha para completar sus plantillas. A partir de ahí, los diferentes equipos entrarán en el caladero de jugadores y, además, estarán atentos a los excedentes que se produzcan en las plantillas de los poderosos.
Discutir la hegemonía
Está el Alavés en el grupo de los más humildes, de los que pelean por evitar la tragedia del descenso en una Liga en la que los ingresos por televisión nutren el grueso de los presupuestos. En el pasado curso, el equipo albiazul pudo, y supo, discutir el dominio de los clubes del segundo estrato, de los que luchan por entrar en Europa. Alcanzó una muy meritoria novena plaza y, además, se metió con todo merecimiento en la final de Copa. Toda una hazaña para un recién ascendido que partió en total desigualdad de condiciones, con el tercer menor presupuesto de la competición.
En esta nueva temporada que arrancará en agosto, sale el club babazorro con idénticas premisas. Su excelente última campaña le reportará un crecimiento en su presupuesto cercano al 10%; un aumento que rondará los cinco millones de euros.
Esta partida, en gran parte, se destinará al proyecto de crecimiento diseñado por la entidad. Kerejeta, en su plan de negocio y expansión del club, prioriza la necesidad de crear una red de estructuras que permitan al Alavés asentarse en la élite. Contar con una base, no depender únicamente del acierto, o desacierto, en los fichajes para dictar el futuro en cada ejercicio.
La creación de la ciudad deportiva, a la que se quiere dar un importantísimo impulso durante el próximo mes de julio, la residencia de
jugadores, ya una realidad y pieza clave en el plan de internacionalización de la cantera, y la ampliación de Mendizorroza, idea a desarrollar más a medio plazo, son los pilares en los que el club albiazul desea asentar sus armas para competir.
Tiene el Alavés los pies en el suelo y afronta el nuevo curso con un primordial objetivo: la permanencia. A partir de ahí, todo lo que llegue de más será bienvenido. Tendrá como rivales directos de salida a Eibar, Deportivo A Coruña, Betis, Las Palmas, Leganés y los tres recién ascendidos –Levante, Girona y Getafe-. Junto a ellos, seguro que se suma a este grupo alguno de los llamados a pelear en el segundo estamento. Y es que en esta Liga tan competitiva, los errores muchas veces resultan fatales