Más rival de lo esperado

El sorteo de la tercera ronda previa de la Europa League nos volvió a recordar lo engorrosas que pueden ser estas eliminatorias y lo importante que hubiera sido lograr un billete directo para la fase de grupos. El Athletic acabó en séptima posición la Liga 2016-17, penalizado sobre todo por la derrota contra el Alavés en Mendizorrotza en la jornada 36 y el empate contra el Leganés en San Mamés en la siguiente ya que todo el mundo daba por hecho que sería muy complicado puntuar en el Vicente Calderón en el último partido del torneo de la regularidad.

El primer inconveniente de la disputa de las dos previas es lo pronto que hay que comenzar a entrenar –el equipo de Ziganda lo hizo el 3 de julio-, lo pronto que hay que comenzar a competir y como consecuencia el peligro de que la temporada se haga muy larga cuando hay que jugarse las cosas importantes. La experiencia en las últimas campañas nos indica lo contrario porque el equipo de Valverde siempre hacía buenas segundas vueltas, pero lógicamente mejor hubiera sido minimizar los riesgos.

El otro hándicap puede ser el rival. Posiblemente, el Dinamo Bucarest sea el peor que podía tocar entre el abanico de equipos que delimitó la UEFA a media mañana. Más allá de su potencial, que esté entrenado por un viejo conocido como Cosmin Contra y que tenga en sus filas al hijo de Rivaldo, está el hecho de que llegará con más rodaje competitivo porque comienza la Liga rumana hoy y todavía disputará otro compromiso más de su campeonato antes de recibir a los leones. El Dinamo no tiene el potencial de antaño, pero puede ser complicado por esta circunstancia. Llegará a los dos choques del 27 de julio y del 3 de agosto con más preparación