Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
La ‘nueva’ Garbiñe
Reivindica mayor madurez y profesionalidad
Garbiñe Muguruza es un polvorín. Puro carácter y una ambición que a veces actúa como arma de doble filo. Tiene condiciones de número uno, y lo ansia desde que con tres años cogió una raqueta aprovechando que sus hermanos entrenaban en la Academia Bruguera. Es competitiva en los grandes escenarios y ante rivales desafiantes, aunque no pocas veces cae en la irregularidad, como si se aburriera en canchas fuera del centro de atención y contra rivales a las que debe ganar más como obligación que devoción.
“Todavía tiene cosas que mejorar, pero tiene madera de número uno”, señala Conchita Martínez. Xavi Budó, entrenador de Carla Suárez, no cesa de comentar que “Garbiñe no tiene límites, llegará donde ella quiera”.
La caraqueña de padre vasco y madre venezolana combina momentos de éxtasis con rachas de ‘desaparecida. “Sí, eso es una de las cosas que debo mejorar sin duda, competir en cada torneo”, reconoce. Aunque reivindica que es una ‘nueva’ Garbiñe con respecto a la que disputó la primera final de Wimbledon en 2015. “Soy mejor tenista. La experiencia cuenta, pero también he decidido dejar de lado las quejas, sobre todo en los entrenamientos”.
Aplicándose en la tarea del tenis, explica que “antes comía como una chica más normal, lo que me apetecía. Ahora intento ser más profesional para elegir lo que me da mas energía, lo que no, organizarme mejor. Lo que parece una tontería, pero influye mucho y ayuda mucho para recuperar más rápido los músculos y para las lesiones”. No ha variado su pasión por la moda y los aparatos electrónicos para escuchar música o ver series y películas