Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
A POR LA CUADRATURA DEL 1-1 Bilbao
Los leones han superado las tres eliminatorias europeas en las que empezaron empatando a uno fuera de San Mamés Basilea y Racing White cayeron en la histórica UEFA 76-77 y el Nápoles cedió en la reciente previa de Champions
Firmar un empate con goles fuera de casa en cualquier eliminatoria es un botín preciado. Cuantos más tantos, mejor. Obvio. Pero con uno basta para encarar el choque de vuelta con mejores perspectivas. La diana de Laporte en el National Arena, que luego sería igualada por Rivaldinho, puede valer su peso en oro en el cruce con el Dinamo. Al menos provoca que los exigidos sean los rumanos. Una baza favorable para un Athletic que está llamado a asumir la iniciativa en el juego el jueves en San Mamés.
La historia está del lado de los leones. Han superado las tres eliminatorias continentales que han empezado con un 1-1 lejos de casa. Ante el Dinamo van a por la cuadratura. Dos se produjeron en la histórica Copa de la UEFA 76-77 en la que los rojiblancos alcanzaron la final. Los damnificados fueron el Basilea y el Racing White. El tercero es mucho más cercano. El cruce con el Nápoles en 2014 que le abrió de par en par al Athletic las puertas de la fase de grupos de la Champions League.
La primera vez que la escuadra bilbaína inició un cruce europeo con un empate a un gol como visitante fue frente al Basilea en los dieciseisavos de la UEFA en 1976. Marti adelantó a los suizos en el primer minuto del choque de ida y Madariaga estableció el definitivo 1-1 justo antes del descanso.
La vuelta en San Mamés se saldó con un 3-1 más apretado de lo que en un inicio podría pensarse viendo únicamente el resultado. El Basilea le complicó mucho la existencia a los dirigidos por Koldo Agirre. Dominaron, pero no tuvieron una tarde inspirada de cara a gol. Iribar se convirtió, como de costumbre, en el héroe local. Las condiciones climatológicas también influyeron. Cayó una fuerte tromba de agua sobre Bilbao que provocó que el terreno de juego estuviera embarrado.
Amorrortu y Carlos orquestaron la acción del 1-0 que anotó Villar. Carlos, a la hora de partido, puso más tierra de por medio con un cabezazo en un córner. Pero el Basilea presentó batalla y Marti redujo distancias. Los suizos se encontraban a un gol de alcanzar los octavos, sin embargo el Athletic no estaba para concesiones y Carlos volvió a alejar a los locales un par de minutos más tarde gracias a una asistencia de Amorrortu.
El valor doble de los goles
Fue un caminar histórico pese a que los leones acabarían perdiendo la final de la UEFA contra la Juventus. Un billete que los de Agirre obtuvieron en unas semifinales contra el Racing White. Hubo tablas en la ida. Churruca adelantó a los visitantes y Teugels, al que antes Iribar había detenido un penalti, niveló cerca del final. San Mamés decidiría al finalista. La expectación que se generó en Bilbao fue mayúscula. La crónica de MD habla de que las entradas “en el mercado negro” para las generales oscilaban entre las 1.500 y 3.000 pesetas. Fue la primera vez que La Catedral acogió un partido con vallas para separar a los espectadores del verde.
El Athletic dominó, mientras que el Racing White se limitó a replegarse y salir por velocidad. Churruca, Rojo y Amorrortu no acertaron y dieron esperanza a un cuadro belga que se volcó en la recta final. Metió el miedo en el cuerpo a la parroquia bilbaína a base de balones largos, pero el marcador no se movió. El conjunto rojiblanco se clasificó para la primera final europea de su historia gracias al valor doble de los goles en campo contrario.
El precedente más cercano fue contra el Nápoles. El telón en la previa de Champions se alzó en San Paolo con los tantos de Muniain e Higuaín. Dicen que no hay dos sin tres y el Athletic hizo bueno el refrán pese a que Hamsik asestó el golpe inicial para los italianos en el compromiso de vuelta, el primero con el nuevo San Mamés al completo. Aduriz fabricó la remontada. Igualó en un córner y firmó el segundo tras una falta de entendimiento de la zaga partenopea con su portero. Ibai puso la puntilla. Iniciar una eliminatoria continental con un 1-1 lejos de Bilbao es sinónimo de buenos augurios para los leones. El actual sueño europeo de los chicos de Ziganda pasa por aumentar la estadística ante el Dinamo Bucarest