Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Seguros de vida
Raúl García y la estrategia, armas para seguir en Europa
El Athletic volvió a apelar ayer a dos de sus más claras garantías para asegurarse la clasificación ante el Dinamo de Bucarest. Raúl García no falló y encarriló el partido con dos goles en la primera parte. Además, las jugadas de estrategia volvieron a poner contra las cuerdas al conjunto rumano.
El entrenador visitante, Cosmin Contra, ya lo sabía. Avisó del peligro de la estrategia de los rojiblancos a sus jugadores. Pero, el Athletic tiene mucho repertorio en los saques de esquina. En el partido de ida, le sorprendió con un centro al primer palo y prolongación al segundo para que Laporte anotara el primer tanto. Ayer, en San Mamés, todo lo contrario. Mientras los defensas rumanos corrían en masa a cubrir el primer palo, Beñat colgó el balón al segundo. Allí entró De Marcos para empalmar el balón hacia portería y Raúl García metió la cabeza para anotar el primer gol de la noche.
Bigoleador
El navarro es una supergarantía para el Athletic, un goleador disfrazado de centrocampista. En el primer gol de ayer, reaccionó como un auténtico cazagoles, como un depredador en el área pequeña, para transformar el tanto.
No es ninguna sorpresa. Toda su carrera ha estado marcada por su enorme acierto de cara a portería. Sus números asustan y le sitúan como el medio más letal en la
Liga. En concreto, desde la temporada 15-16, Raúl García ha logrado un total de 27 goles. Una extraordinaria marca, más si se tiene en cuenta que son ocho tantos más que cualquier otro centrocampista de la Liga.
Ayer el navarro no se conformó y, antes de la media hora, volvió a perforar la portería defendida por el panameño Penedo en una acción que recordó al tanto que logró en el amistoso ante el Brujas, ese
en el que Cosmin Contra espió a los rojiblancos. Ante los belgas, Raúl García recibió un centro de Aduriz y cruzó con la derecha el balón ante el portero del Brujas. Ayer, lo repitió, pero al revés. Beñat colgó el balón y el navarro lo enganchó con la izquierda para anotar el segundo tanto.
Dos goles en la primera media hora de juego, una aportación que mereció la ovación de San Mamés al ser sustituido