Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“FUE COMO JUGAR LA CHAMPIONS”
¿Cómo se sintió antes de saltar al campo? ¿Estaba tan nervioso como en su debut? No eran nervios. Tenía el cuerpo raro. Era mucha emoción porque emocionalmente estoy muy arriba. Y fue raro porque el partido significaba mucho para mí. Durante estos 19 meses no había soltado una lágrima, pero el miércoles no pude aguantar. Al ver entrar el balón no pudo contenerse…
Durante el día tuve momentos y al salir al campo estaba muy emocionado y también después. Vestirme la camiseta de la Real otra vez es muy importante para mí. ¿De quién se acordó en primer lugar?
De mucha gente. De todos los que están aquí, que han estado todos los días conmigo, de los de casa y de todos los que me han dado una palmadita. Fue bonito ver el banquillo puesto en pie…
(Se emociona. Tenemos que parar la entrevista unos segundos para que tome aire). ¿Se había emocionado tanto con algún otro gol?
Con ninguno. Y no es sólo el gol. Es todo…
¿Es como un debut?
Sin duda que es un debut. Es muy emocionante porque este debut lo he buscado con mucho trabajo. Ha sido el más difícil y ha estado rodeado de mucha incertidumbre porque cuando estás tanto tiempo parado sabes que vas a volver, pero muchas veces he estado cerca y no he vuelto. Los peronéos, el cuádriceps, el aductor, se acababa una temporada, empezaba otra… Han pasado muchas cosas. Tenía claro que iba a superar lo del tobillo, pero hasta que no llega el momento no lo vives y no lo disfrutas. Esto ha sido un regalo brutal y me quito una mochila de treinta kilos o más. ¿Cuál es la principal diferencia con su primer debut?
La diferencia es que cuando debutas al principio todo es bonito y para llegar a este todo ha sido feo. Por eso lo disfrutas más y estoy muy contento. Quiero aprovechar esto para agradecer esto a todo el mundo, a todos los que me han ayudado, a los que están aquí y a vosotros por el respeto que habéis tenido. ¿Se imaginaba marcar el gol más emocionante de su carrera en un amistoso y en un campo que podría ser tranquilamente Harane, el de Usurbil? Ha sido el que más me ha emocionado porque estaba muy tocado emocionalmente. Probablemente ni siquiera estaba en condiciones para jugar, pero el día lo merecía. La gente fliparía al verme tras marcar, pero fue muy bonito. ¿Estos 19 meses ayudan a valorar más lo que uno tiene? Sí. Cuando estás lesionado reflexionas mucho, te planteas muchas cosas y aprendes mucho. Yo lo he hecho. Antes valoraba las cosas, pero ahora te das más cuenta porque cuando estás, la rutina te puede parecer un rollo y yo estaba deseando entrenar para hacer todas las cosas que no podía hacer. Se ve todo de diferente manera. He echado mucho de menos días como el miércoles, con un partidillo en un pueblo de una punta de Holanda. Para mí fue como jugar la Champions y lo valoro muchísimo. Estoy muy feliz y muy completo. Este es sólo el primer paso…
Sí. Es el primer paso y para mí el más importante. Sé que a partir de aquí todo va a venir. Pero éste era importante porque, por una cosa o por otra, estaba costando y para mí quizá era el momento más esperado. Ponerme de nuevo la camiseta de la Real y sentirme de nuevo dentro del campo con los compañeros. Llega a tiempo para un año muy ilusionante…
Yo estoy muy ilusionado porque el año pasado el equipo jugó muy bien y este año con las competiciones que hay y los refuerzos que tenemos, va ser una temporada muy ilusionante. Veo al equipo con mucha confianza. Hasta ahora les he visto jugar y el equipo da mucha tranquilidad porque le veo y noto que estamos en la misma línea. Nos ha faltado alguna cosa, pero el juego y la dinámica que llevamos es la del año pasado y eso me deja tranquilo y me transmite muy buenas sensaciones. La competencia arriba va a ser brutal, ¿no?
Sí. Y la tiene que haber. Es la que da la mejora y este año va a haber partidos para todos y cuantos más estemos, mejor. Si estamos cuatro en vez de tres, eso de más que tiene el equipo. Ha habido minutos buenos en pretemporada, ante el Saint Ettiene o el Groningen. ¿Indica que el equipo está bien? Sí. Y a mí también me gustó el día del Feyenoord. Perdimos, pero jugamos muy bien, llevamos el peso del partido e hicimos lo que quisimos. Faltó profundidad, pero puede ser porque faltaba gente y porque acumulamos muchos minutos en pretemporada. Pero la dinámica que lleva el equipo es buena en todos los partidos y da tranquilidad y confianza.