Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Moderado optimismo
E s para congratularse el tono optimista que ayer desplegó Beñat en su comparecencia en sala de prensa. Especialmente, por la trascendencia que tiene el papel protagonista que desempeña el de Igorre en la construcción de juego. Si Beñat está activo y fino, el Athletic funciona bien. Si, por el contrario, se muestra errático o ausente, el equipo pierde la brújula. D ice el pivote arratiarra que se encuentra muy bien y con confianza. Es cierto que, para ser aún pretemporada, la semana pasada en el duelo de vuelta ante el Dinamo se le vio a un nivel más que aceptable. Pero quizás tiene más calado lo que dice respecto al próximo compromiso en Atenas frente al Panathinaikos: “Estando al 100%, es muy difícil que no traigamos un buen resultado”. Una demostración de seguridad que viene de perillas. Porque hay que reconocer que, cuando del bombo salió la papeleta del equipo griego, hasta al más pintado de los aficionados rojiblanco le entró cierto ‘canguelo’. Y sin dejar a un lado el respeto debido, no hay que perder la perspectiva. Por muy infernal que sea el ambiente del Apostolos Nikolaidis, que seguro que es así - Josu Sarriegi así lo atestiguó en estas páginas-, los argumentos que sobre el césped tiene el Athletic son de más peso que los de un Panathinaikos que no vive sus mejores momentos. Y eso es lo importante. Claro está, como indica Beñat, hay que saber exponerlos con contundencia, porque si no de nada valdrá esa teórica superioridad. E n definitiva, hay que ser moderadamente optimistas, lo cual no quiere decir que esté todo hecho. Los lógicos desajustes que un equipo en rodaje evidenció ante el Dinamo no fueron tan graves como para llevar a la duda sobre la capacidad de los leones