Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Una fecha inolvidable
De la Supercopa del 17 de agosto de 2015 a la remontada del 17 de agosto de 2017
La de ayer no era una fecha más en la centenaria historia del Athletic. Los aficionados rojiblancos todavía tenían fresca en la memoria el 17 de agosto de 2015. Aquel caluroso lunes en que el equipo de Valverde se proclamaba campeón de la Supercopa tras empatar a uno en el Camp Nou apenas tres días después de haber endosado un contundente 4-0 a los azulgrana en San Mamés. El último título oficial en el centenario historial del club bilbaíno.
El infierno griego esperaba esta vez a los leones de Ziganda el 17 de agosto de 2017. Una prueba para valientes ante un grande del fútbol heleno venido a menos. Cualquier comparación con aquel inolvidable día de Barcelona carecía, en cualquier caso, de sentido.
Pero hete aquí que a los rojiblancos les dio por jugar con fuego en la calurosa noche de Atenas. El 2-0 en los primeros compases del segundo tiempo apuntaban a tragedia griega en clave bilbaína. El fantasma todavía reciente de Nicosia planeó por el horizonte rojiblanco durante algunos minutos.
No había por dónde coger el partido que estaban realizando los pupilos de Ziganda. Flojos en defensa, desaparecidos en el centro del campo y perdidos en ataque. Williams, sin embargo, entró en acción y el decorado del encuentro varió en un abrir y cerrar de ojos.
Muniain, que se perdió aquella inolvidable noche del Camp Nou a causa de la grave lesión de rodilla sufrida meses atrás en el Pizjuán, se empeñó en que el 17 de agosto siguiese siendo una fecha especial en clave Athletic. Su centro a Aduriz en el 2-1 lo hubiera firmado el mismísimo Argote. Balenziaga y De Marcos, mal en los dos tantos locales, enmendaron sus respectivos errores fabricando el empate a dos. La puntilla llevó la firma del actual pichichi rojiblanco desde el punto fatídico tras un claro penalti sobre Williams.
Infierno, pero menos
El modesto estadio del Panathinaikos no llegó a resultar el temido estadio del que tanto habían hablado por estos lares profesionales con experiencia en el fútbol heleno. Sorprendió el hecho de que el capitán del conjunto heleno eligiese atacar durante el primer tiempo hacia la portería en cuyo fondo se encontraban los hinchas griegos más animosos. Lo normal, al menos en San Mamés, suele ser dejarla para el segundo periodo.
Zeca, capitán del equipo griego, parecía tener muy claro que las fuerzas de los verdes iban a durar en torno a una hora. Así fue. Los locales, con todo ganado, se derrumbaron de buenas a primeras. Lo del 17 de agosto de 2017 también pasará a la historia del Athletic. Volteretas así no se dan todos los días
Volteretas como la protagonizada ayer por los leones no se ven todos los días