Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Agua en el cambio de plan
Williams ejerció de nueve, sin embargo no tuvo un día inspirado
La sorpresa saltó cuando el Athletic dio a conocer su primer once liguero. Aduriz empezaba en el banquillo. No es lo habitual, sobre todo jugando en San Mamés. La referencia ofensiva era Williams. Algo que Ziganda ha dejado intuir a lo largo del verano. Los automatismos varían porque son dos delanteros totalmente opuestos. Uno fija más a los centrales y es poderoso en las alturas. El otro es efervescencia pura: velocidad y desborde. Iñaki estuvo activo, sin embargo perdonó en el área. No tuvo una tarde inspirada. Agua en el cambio de plan de Kuko, al menos con el resultado en el mano.
Williams dejó claras sus intenciones muy pronto. En cuatro minutos ya había caído a las dos bandas. En esos casos era Raúl García el faro dentro del área. La primera gran ocasión del Athletic llegó a los 21 minutos y tuvo su génesis en Muniain, como casi todo lo bueno que fueron capaces de generar los leones. El navarro filtró un pase que rompió la defensa del Getafe. El bilbaíno, con poco ángulo, cruzó en exceso. Fue un recurso habitual. Iñaki encontró varias veces la espalda de los centrales. A la segunda tampoco acertó. Su disparo
El bilbaíno dispuso de un par de claras opciones, pero cruzó demasiado en ambas
corrió el mismo camino que el anterior. Tenía a Susaeta a un costado, pero optó por finalizar.
Poco a poco, Williams se fue desesperando. No ayudó una dudosa falta que le señaló el juez de línea cerca del córner. A la hora de fútbol, Ziganda introdujo a Aduriz en el tapete. Relevó a Raúl García. Las piezas del puzle cambiaron. El donostiarra se situó arriba, la mediapunta fue para Muniain, Susaeta se colocó en la izquierda y Williams, en la derecha. El pichichi tanteó a Cala en su primera disputa aérea. ¿Cuentas pendientes? El trencilla pitó falta.
Las manecillas del reloj jugaban en contra del Athletic. A falta de un cuarto llegó la gran oportunidad del segundo periodo. Aduriz aguantó y metió un gran pase con dirección al bilbaíno. Se plantó de nuevo ante Guaita, pero volvió a cruzar demasiado. No consiguió orientarse del todo bien y perdió algo de ángulo. Un fallo que a buen seguro rondó anoche la cabeza de Williams. El 11 se vació y acabó agotado en su primer encuentro de la presente temporada que disputa de principio a fin. Tocaba apelar al héroe habitual. En esta ocasión no hubo magia. Un par de balones llegaron a la zona de influencia de Aduriz, aunque no logró dirigirlos a portería y dos puntos volaron de San Mamés