Un asunto que chirría

Pasan las semanas y Kepa Arrizabalaga continúa sin firmar la renovación de su contrato con el Athletic. Ambas partes se han encargado de recalcar en diversas ocasiones que no hay prisa y que hay que tener paciencia para que las cosas lleguen a buen puerto. Es posible que tengan razón, pero empieza a escamar que no haya fumata blanca ya sobre la continuidad del portero ondarrutarra.

No se sabe cuáles son los temas que, de momento, están frenando el acuerdo, pero según algunas fuentes hay notables diferencias entre las cantidades que propone el Athletic y las que reclama el arquero. Como buen profesional que es, Kepa tiene todo el derecho del mundo a pelear por conseguir el mejor contrato posible. Pero quizás también debería tener en cuenta que se trata de un meta de 22 años que inicia su segunda campaña en Primera, categoría en la que ha disputado solo 23 partidos. Pese a que muchos ‘entendidos’ ya le han encumbrado como un gran portero de presente, no deja de ser un gran proyecto de futuro. En realidad, aún debe demostrar todo el potencial que se le supone y entonces, dentro de cierto tiempo, es cuando tendría todas las razones a su favor para pedir al club lo que le correspondería como meta consagrado.

Hay informaciones que hablan del interés de otros clubes, como el Real Madrid, por hacerse con sus servicios -ojo con las maniobras de algunos representantes-, pero lo que más chirría en este asunto es el poco entusiasmo que transmite el propio Kepa por renovar como león. Puede que sea por su carácter, pero el pasado domingo, al ser cuestionado por este tema tras el choque ante el Getafe, no dijo ni una sola vez que su idea, su ilusión, es seguir de rojiblanco