Acoso con derribo del Levante

El equipo azulgrana fue superior a un diezmado Villarreal y amarró los tres puntos gracias a un inexistente penalti

El Villarreal estuvo muy cerca de llevarse inmerecidamente un empate del Ciutat de València ante un Levante que lo había hecho todo menos marcar un gol. Eso hasta el minuto 87, cuando Morales, el mejor jugador del partido, provocó un penalti que el propio capitán convirtió, dando los tres puntos a los azulgrana. Una pena máxima, eso sí, que no era, pues Rukavina tocó balón antes de que cayera el delantero, pero que fue decretada por Álvarez Izquierdo, un colegiado que anda muy justito para dirigir partidos en LaLiga Santander.

El cántaro, que se rompió de tanto ir a la fuente amarilla, debería haberse echo añicos mucho antes. El equipo granota, que regresaba a la máxima categoría tras una temporada en el ‘infierno’, se mostró muy superior al ‘Submarino’, que si no embarrancó antes en Valencia fue gracias a la falta de puntería de los jugadores de López Muñiz en los metros finales.

Con un canto en los dientes se habría dado Fran Escribá de haber sacado un punto. Presentó un

‘once’ de circunstancias por el amplio abanico de ausencias. Sin Asenjo, Mario, Adrián Marín, Bruno, Castillejo, Soriano, Cheryshev ni Bakambu, el Villarreal ofreció su imagen más lánguida a pesar de que alineó de salida a Bacca. El delantero colombiano, que dispuso de una buena opción, estuvo al mismo nivel que el resto de sus compañeros, muy gris, por lo que los castellonenses apenas se vieron en ataque.

Todo lo contrario que el Levante, que impulsado desde la medular por Lerma y rompiendo por la banda con Morales, apretó desde el inicio. Mandó, puso más ganas, se llevó los balones divididos, atacó... y obtuvo la recompensa en el minuto 87 con el citado ‘no penalti’ de Rukavina al capitán granota. Al final, el 1-0 hizo justicia en un duelo regional interesante por la incertidumbre en el marcador

Álvarez Izquierdo vio pena máxima de Rukavina a Morales y el ‘capi’, el mejor, no falló

FOTO: EFE José Luis Morales besa el escudo tras marcar el gol de la victoria desde los once metros