Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

SUSTO Y ¡OLÉ!

El Sevilla solo empató, pero hizo valer el 1-2 de la ida y se clasificó para la fase de grupos de la Champions El Istanbul Basaksehir estuvo a punto de aguar la fiesta: mandó un balón a la madera en el minuto 89

- José Luis López

El Sevilla hizo los deberes, no sin tener que hincar los codos más de lo previsto, y estará en el sorteo este jueves entre los 32 mejores equipos de Europa, ya en la anhelada fase de grupos de la Champions League. Tras el 1-2 de la ida, firmó tablas (2-2) ante el Istanbul Basaksehir en el Sánchez-Pizjuán, en un duelo que resultó tan complicado que los de Berizzo no pudieron respirar tranquilos hasta que el árbitro decretó la conclusión, pues los turcos, en el minuto 89, estrellaro­n un balón en la madera que, de haber entrado, les habría dado el billete.

Y eso que se las prometía felices el Sevilla, que salió a tumba abierta. Bien que lo pudo hacer en los primeros compases, pues en solo tres minutos dispuso de dos claras opciones. En la primera, un disparo de Correa fue despejado por el portero Babacan. Casi acto seguido, un remate del franco-tunecino Ben Yedder se fue fuera por poco.

Todo transcurrí­a según el guión previsto por Berizzo, con un Sevilla dominador, que presionaba en todo el campo, que tenía el balón en su poder y que llegada con claridad al área rival. Solo faltaba el gol. Lo pudo firmar Mercado, quien al cuarto de hora lanzó un obús que repelió el poste.

La acción del lateral argentino hizo despertar al equipo turco y del posible 1-0 se pasó al 0-1, en la primera aproximaci­ón de los otomanos. Un ‘pase de la muerte’ de Caiçara fue aprovechad­o por el holandés Elía, que ‘fusiló’ a un Sergio Rico vendido.

Al Sevilla aún le valía el marcador para estar en el sorteo de de mañana, pero ya no podía permitirse más despistes. Quizá por eso, de ahí al descanso a los de Berizzo se les vio más comedidos, sin tantas alegrías ofensivas, e intentando guardar la ropa ante un Istanbul Basaksehir que sin crear peligro soñaba con dar el golpe. Con 1-1 se llegó al intermedio.

Se abre el cielo

Tras el paso por vestuarios, el Sevilla dio pronto un zarpazo. Transcurrí­a el minuto 52 cuando Jesús Navas se sacó un centro de los suyos, profundo y con rosca, enviando el esférico al segundo palo, donde apareció Escudero para rematarlo de cabeza y alojarlo en el fondo de la red.

El empate, sin ser aún definitivo, era un balón de oxígeno para los jugadores del Sevilla. que recuperó la tranquilid­ad y de nuevo empezó a marcar el ‘tempo’ ante un rival que acusó el mazazo. Un remate desviado de Correa y otro de N’Zonzi, el del francés en inmejorabl­e posición, que se marcharon fuera, pudieron dejar finiquitad­a la contienda.

La entrada al campo de Nolito, en el 71’, resultó determinan­te, pues de una acción del gaditano, cuatro minutos después, llegó el segundo gol. Caracoleó en la frontal del área y sirvió en bandeja el balón a Ben Yedder, que superó a Babacan con un chut cruzado. Los autores de los goles de la ida habían vuelto a marcar.

Agonía nervionens­e

El 2-1, a falta de quince minutos, parecía ya definitivo, pero aún tendría que sufrir el Sevilla para llevarse el gato al agua. En el 82’, Visça aprovechab­a un balón suelto dentro del área para batir a Sergio Rico con un potente chut. De nuevo empate y otro gol era ya mortal para los andaluces. Si no llegó fue por bien poco porque en el minuto 89, en un lanzamient­o de libre directo, Emre mandó el esférico a la madera con Sergio Rico ya batido. El susto fue morrocotud­o, pero por suerte se quedó solo en eso, en un susto, y el Sevilla logró mantener el 2-2 hasta el final para cumplir su objetivo, estar entre los 32 mejores de Europa

 ?? FOTO: EFE ?? Los jugadores del Sevilla celebran el primer gol del equipo, obra de Escudero, y que nació de un medido centro de Jesús Navas
FOTO: EFE Los jugadores del Sevilla celebran el primer gol del equipo, obra de Escudero, y que nació de un medido centro de Jesús Navas

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