Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Despacito, des pa ci to
Como sigue tan de moda la dichosa canción de Luis Fonsi, aprovecho la palabra clave del estribillo –“despacito”para definir el arranque de temporada del Athletic. Algo lógico por otra parte. José
Angel Ziganda necesita tiempo para implantar su estilo de juego e ir integrando sus ideas dentro del vestuario, tarea nada sencilla tras cuatro años con otro míster al frente del equipo. Desde fuera se aprecia una continuidad general en el juego, cuando muchos esperaban una catarsis total con la inclusión de jugadores distintos en el once inicial, cachorros principalmente, buscando un estilo diferente. Error.
Kuko no quería entrar como un elefante en una cacharrería. Los cambios e innovaciones llegarán, pero poco a poco. De momento ha respetado los galones de los jugadores, ganados a pulso en la mayoría de los casos y su arranque no ha sido tan malo como algunos promulgan, aunque sí ciertamente mejorable. El principal objetivo del club en este comienzo de temporada es asegurarse una vez más la presencia en la fase de grupos de la Europa League, algo al alcance de la mano de los rojiblancos tras el 2-3 de Atenas. Muy mal se tendría que dar la cosa mañana en San Mamés para no sellar el pasaporte continental.
La victoria en el Apostolos Nikoalidis no debe esconder el pobre fútbol que mostró el equipo. La temprana fecha de la cita puede explicar algunos problemas de juego, pero no lo justifica todo. Es cierto que la calidad y la pegada de los leones, de Aduriz más bien, salvó al equipo de una catástrofe ante el Panathinaikos. Nada nuevo bajo el sol. Para ganar esta competición, o “intentar gana”, como matizaría algún león; primero hay que clasificarse, cuestión que siempre damos por hecho quitando en ocasiones valor a lo logrado.
¿Acaso la clasificación contra Tromso, Young Boys y algún otro más fue brillante? Ojo, no me quedo solo con el “clasificación amigo” de
Caparrós, pero vamos a dar confianza a Kuko y más cuando está a punto de conseguir el primer objetivo de la temporada. De hecho, tras cuatro partidos oficiales, ha ganado dos y ha empatado otros tantos. No sabe lo que es perder, algo que no sucedía en el banquillo rojiblanco desde Kendall en 1987. Muchos olvidan que Ziganda acumula 100 partidos como entrenador en la máxima categoría, sumando Osasuna, Xerez y el choque ante el Getafe. No es ningún novato.
Début con pinchazo
Todos nos frotábamos las manos con la visita de un recién ascendido como el Getafe en la primera jornada liguera. Parecía la víctima propiciatoria en plena Aste Nagusia. Ni tan siquiera los cinco cambios de Ziganda para refrescar al equipo invitaban al pesimismo. Confiábamos en el fondo de armario por mucho que nos extrañara la ausencia de Aduriz en San Mamés.
Parece que Kuko va a rotar más que Valverde y el de Larrainzar prioriza la competición europea sobre la doméstica. Sabia decisión porque en Liga hay 37 jornadas por delante para enmendar el pinchazo. El Athletic no jugó bien. Lento y espeso por momentos, facilitó el orden defensivo de los de Bordalás, que saltaron a por el empate y se lo llevaron a pesar de salir perjudicados por un gol fantasma que no lo fue tanto. Solo Melero López y su auxiliar no vieron que el balón había atravesado la línea de gol. Toca mejorar para ganar en Ipurua el primer derbi de la temporada