Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
El kamikaze de Kuko
“Si el partido no sale (bien en Ipurua) se diría que Kuko es un kamikaze y los jugadores que hemos entrado hoy no valemos para Primera División”. Lo dijo Eneko Bóveda en zona mixta tras concluir el partido del domingo ante el Eibar. Puede que sea excesivo, pero en realidad sabemos que este negocio funciona así. Pasamos del blanco más nuclear al negro más oscuro que se conozca sin detenernos en ningún matiz grisáceo. Todos tuvimos que leer la alineación dos veces para asimilarla. No se trata de hacer de menos a nadie, pero Ziganda había configurado un once inédito y difícilmente repetible o eso creíamos.
Hay que ir asumiendo que el Kuko no es Valverde. Lo que era lógico para el de Viandar De la Vera no lo tiene que ser para el de Larrainzar. Con un parón inminente Valverde jamás habría sacado de la alineación en un partido tan físico, y mucho menos de la convocatoria, a Mikel Balenziaga. Fueron siete cambios de un encuentro a otro. Se trata de una importante declaración de intenciones. Cuenta con toda su plantilla con dos objetivos: el primero, mantener involucrados en el proyecto al mayor número de jugadores y segundo, preservar su buen estado para que cuando se acerque el tramo definitivo de la temporada los jugadores lleguen en óptimas condiciones. El plantea- miento de salida es impecable, otra cosa será ver si el fondo de armario da para luchar con garantías en las tres competiciones. De momento, el técnico rojiblanco se ha cuidado mucho de confirmar que va a continuar con esas masivas rotaciones cuando toque disputar partido entre semana. De hecho, desde la visita del Girona el 10 de septiembre, hasta la salida a Mestalla el 1 de octubre, los leones jugarán 7 partidos en 21 días. Los cambios parecen justificados. Solo espero que los que se suban al carro de las rotaciones de Ipurua no se descabalguen en el próximo compromiso simplemente porque varíe el signo del resultado. Si se comulga se hace con todas las consecuencias. Ziganda lo sabía y por eso no queda otra que aplaudir su valentía. También Valverde intentó algo parecido con lo que se dio en llamar el equipo A y el equipo B. Fracasó en Europa ante el AZ Alkmaar o en El Madrigal antes de recibir al Real Madrid en San Mamés. La diferencia es que en esta ocasión ha salido bien. La suerte también cuenta y con eso no digo que los rojiblancos no merecieran la victoria el domingo.
Se abre el abanico
El buen rendimiento de algunos jugadores, hasta ahora secundarios, obligará al entrenador a afinar las convocatorias y las alineaciones. Bendito problema. De los menos habituales me quedo con el buen rendimiento defensivo de Enric Saborit. Nos tiene acostumbrados a brillar en su vertiente ofensiva y el domingo, sin embargo, fue una roca en su banda. No se echó de menos a Balenziaga y eso ya es mucho decir. Prueba de fuego superada. Del resto de los menos habituales destacar a Córdoba, que volvió a ser titular pese a haber jugado 90 minutos el partido anterior, lo que supone una buena señal para su futuro.
El equipo tiene aún mucho margen de mejora, afortunadamente, y este parón les debe servir para ello. Toca apretar los dientes y ganarse un puesto en el cargado calendario que se avecina. Nos vamos a divertir