Más mérito todavía

Cerrado el mercado de fichajes y rebasado el primer parón liguero de la temporada, la normalidad empieza a imperar a nivel de noticias, rumores y especulaciones. Lo acontecido a lo largo de agosto ha roto esquemas a propios y extraños. El fútbol se ha vuelto definitivamente loco.

A Bilbao, por segunda temporada consecutiva, no ha llegado nadie. Los refuerzos vuelven a llevar el sello ‘made in Lezama’. El verano que viene, eso sí, habrá un alta segura; puesto que Ander Capa ya ha cerrado su acuerdo como rojiblanco.

No se acaba de entender el porqué de este aplazamiento hasta entonces, pero es lo que hay. Me mantengo en mi idea, eso sí, de que si su incorporación se ha postergado es porque Kuko Ziganda considera que tiene bien cubierta la banda derecha. Hablamos, por tanto, de un fichaje de club y no del entrenador.

Tanta locura e irracionalidad en lo que al mundo de fichajes hace referencia, cambiando de aires, no son buenas para el fútbol. El sentido del negocio impera sobre el espíritu deportivo de manera sangrante. Lo del ‘fairplay’ financiero suena a broma en medio de tanto tiburón.

El mensaje que se está mandando a los más jóvenes resulta inapropiado. El amor a los colores suena a quimera entre tanta millonada. ¡Toma educación! El fútbol era otra cosa.

Reconozco que el hecho de que el Athletic vuelva a tirar de Lezama para tratar de sobrevivir sin mayores problemas en la jungla me parece estupendo. Otro verano sin ‘aterrizajes’ sí, pero también sin salidas. Aferrados a la fábrica rojiblanca.

A hí queda el reto. En Ibaigane, al menos de momento, mantienen la cordura más allá de que en algún momento, al menos eso insinuan fuera, hayan estado a punto de perder la cabeza. Con cantera y afición...