Tiembla la albiceleste y ni Messi puede calmarla

Argentina sufre. Argentina tiembla. Argentina silba. Argentina tiene el miedo ya lógico de quedarse afuera del Mundial. El partido que tenía que ganar lo empató. La noche que tenía que brillar falló mil goles. Y ahora hace cuentas que no le dan. Se dio un golpazo contra la débil Venezuela. La cancha entonces le dio la espalda. El país está ansioso y no hubo Messi que pudiera salvarlo.

En el fútbol se gana con goles. Pero Argentina tuvo varias jugadas en los primeros 30 ‘ y la falta de contundencia, con Icardi como gran exponente, le dio vida al rival y ahorcó a la selección albiceleste. Con decir que el empate fue un gol en contra... No se puede fallar tanto si quieres ir al Mundial. No se puede ir al Mundial sin ganar nunca.

El bloqueo mental de Argentina, una vez que perdió confianza por tantos goles errados, hizo el resto. Messi generó jugadas de lujo, arranques top, pero no pudo entrar en el partido en el final. No fue el Messi que se necesitaba. Y al final la pelota quedó en el novato Huevo Acuña. Icardi estuvo lejísimos de ser Batistuta. Di María se volvió a lesionar en un partido trascendental. Sampaoli superpuso arietes e hizo entrar a Pastore y su parsimonia. El Flaco del PSG tiene talento pero irrita con su andar cansino. Banega también demoró en los pases y generó el murmullo. Un murmullo que es un miedo realista. Argentina quedó en un momento crítico. Ahora debe jugar, desbloquearse. Y también rezar. Con decir que algunos ya ven el repechaje con cariño alcanza para describir por qué Argentina tiembla